sábado, 21 de mayo de 2016

COMENTARIO AL EVANGELIO DE MARCOS (10,13-16), POR BENEDICTO XVI


“Jesús había dicho a sus discípulos que, para entrar en el reino de Dios, deberían hacerse como niños. Él mismo, que abraza al mundo entero, se hizo niño para salir a nuestro encuentro, para llevarnos hacia Dios. 

Para reconocer a Dios debemos abandonar la soberbia que nos ciega, que quiere impulsarnos lejos de Dios, como si Dios fuera nuestro competidor. Para encontrar a Dios es necesario ser capaces de ver con el corazón. 

Debemos aprender a ver con un corazón de niño, con un corazón joven, al que los prejuicios no obstaculizan y los intereses no deslumbran. Así, en los niños que con ese corazón libre y abierto reconocen a Dios, la Iglesia ha visto la imagen de los creyentes de todos los tiempos, su propia imagen”.

(De la homilía del 16 de marzo de 2008 de Benedicto XVI)

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