Insta a "unánime condena de estos crueles hechos
que sólo causan muerte, terror y horror"
El papa Francisco pidió
hoy rezar para "convertir los corazones de estas personas cegadas por el
fundamentalismo cruel" al recordar los últimos atentados y en particular
los de ayer en Bruselas.
Durante los saludos en varios idiomas tras
la audiencia general, Francisco explicó que ha seguido con "el corazón
dolido" las tristes noticias sobre los atentados en Bruselas y
expresó su cercanía y oración a toda la población belga y a los familiares de
las víctimas y a los heridos.
Después realizó un llamamiento "a
todas las personas de buena voluntad" para que se unan "a la unánime condena de estos crueles hechos abominables que sólo
causan muerte, terror y horror".
Francisco instó a "perseverar"
en la oración y pedir que "el Señor en esta Semana Santa conforte los
corazones afligidos y convierta los corazones de
estas personas cegadas por el fundamentalismo cruel".
El Vaticano difundió ayer el telegrama de pésame enviado por Francisco tras los
atentados en Bruselas que causaron al menos 31 muertos y en los que se
condenaba "la violencia ciega que causa tanto sufrimiento".
"Tres días intensos que nos
hablan de la misericordia de Dios, pues hacen visible hasta dónde
puede llegar su amor por nosotros", así describió el Papa Francisco el
Triduo Pascual que celebraremos en este Año de la Misericordia.
Durante su catequesis semanal en la plaza
de San Pedro ante miles de peregrinos, el Obispo de Roma animó a que en estos
días santos "acojamos en nuestro corazón lagrandeza del amor divino en
el misterio de la Muerte y Resurrección del Señor".
Además, el Papa recordó las palabras del
Evangelio de Juan que son "la clave para comprender el sentido
profundo" de estos días: «Jesús, habiendo amado a los
suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo» y
añadió que el Triduo Pascual "es el memorial de un drama de amor que nos
da la certeza de que nunca seremos abandonados en las pruebas de la vida".
Posteriormente, el Pontífice explicó que
el Jueves Santo, con la institución de la Eucaristía y el
lavatorio de los pies "Jesús nos enseña que la Eucaristía es el amor que
se hace servicio" y el Viernes Santo es un "momento culminante del
amor, un amor que quiere abrazar a todos sin excluir a nadie con una entrega
absoluta".
Por último, el Papa destacó que el Sábado Santo "es el día del silencio de
Dios" que es un "gran misterio de amor y de misericordia" y que
"nuestras palabras son pobres e insuficientes para expresarlo con
plenitud" ya que Jesús "comparte con toda la humanidad el drama de la
muerte, no dejando ningún espacio donde no llegue la misericordia infinita de
Dios" y agregó que "en este día, el amor no duda, sino que espera
confiado en la palabra del Señor hasta que Cristo resucite esplendente el día
de la pascua".
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