Los migrantes, los refugiados, y
las víctimas de los atentados de días pasados en Indonesia y Burkina
Faso en el centro de los saludos del Papa Francisco después de la oración del
Ángelus.
Recordando la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se
celebra hoy, y que es celebrada también como el “Jubileo de los Migrantes”, el Obispo de Roma saludó a
los cerca de seis mil inmigrantes provenientes de diversas regiones de Italia,
de treinta nacionalidades diferentes, que se dieron cita en la plaza de san
Pedro para participar en el Ángelus, y que además, una vez finalizado, pasarán por la Puerta Santa y celebrarán la Santa Misa presidida por el Cardenal
Antonio Maria Vegliò, Presidente del Pontificio Consejo de la
Pastoral para los Migrantes e Itinerantes, en la Basílica Vaticana:
“Queridos migrantes y refugiados, cada uno de ustedes lleva en sí
una historia, una cultura, valores preciosos; y a menudo, lamentablemente,
también experiencias de miseria, de opresión, de miedo. Su presencia en esta
Plaza es signo de la esperanza en Dios. No se dejen robar esta esperanza y la
alegría de vivir, que brotan de la experiencia de la divina misericordia,
también gracias a las personas que los reciben y los ayudan. Que el pasaje de
la Puerta Santa y la Misa que vivirán dentro de poco, les colme el corazón de
paz. En esta misa yo quisiera agradecer, también ustedes agradezcan junto a mí,
a los detenidos de la cárcel de Opera, por el don de las hostias confeccionadas
por ellos mismos y que serán utilizadas en esta celebración. Los saludamos con
un aplauso de todos. Todos juntos".
Como es habitual, el Papa también saludó a los peregrinos
provenientes de Italia y de otros países del mundo, en particular a la
Asociación cultural Napredak de Sarajevo, a los estudiantes de Badajoz y Palma
de Mallorca y a los jóvenes de “Osteria Grande” de Bolonia.
Finalmente invitó a todos a dirigir una oración a Dios por las víctimas de los atentados de días pasados en Indonesia y Burkina Faso: “Que el Señor los reciba
en su casa y sostenga el compromiso de la comunidad internacional por la
construcción de la Paz. Recemos a la
Virgen, Dios te salve María...” .
“A todos les deseo un buen domingo - concluyó - y, por favor, no
se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la vista” .
(GM – RV)
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