martes, 10 de noviembre de 2015

Bendigo al Señor en todo momento.

Sal 33, 2-3. 16-17. 18-19 

Bendigo al Señor en todo momento.
Bendigo al Señor en todo momento, 
su alabanza está siempre en mi boca; 
mi alma se gloria en el Señor: 
que los humildes lo escuchen y se alegren.
Bendigo al Señor en todo momento.
Los ojos del Señor miran a los justos, 
sus oídos escuchan sus gritos; 
pero el Señor se enfrenta con los malhechores, 
para borrar de la tierra su memoria.
Bendigo al Señor en todo momento.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha 
y lo libra de sus angustias; 
el Señor está cerca de los atribulados, 
salva a los abatidos.
Bendigo al Señor en todo momento.


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