lunes, 19 de octubre de 2015

Un Sínodo dividido vota mañana las conclusiones de los círculos menores

Francisco "mantiene silencio, escucha y toma notas constantemente", afirma un sinodal español
"La discusión está siendo muy serena, sincera y en un clima inmejorable. Ahora empieza el momento crucial. Este lunes votaremos las conclusiones de los círculos menores". Uno de los sinodales españoles relata a Religión Digital sus impresiones, pocos días antes de que concluya el Sínodo de la Familia.
Según asegura, hasta el momento existe unconsenso "que raya en unanimidad" en torno a la mayoría de cuestiones, especialmente en lo relativo a un cambio de lenguaje y a promover el ejemplo de la familia tradicional como válido para la sociedad actual. En cuanto a los temas más polémicos, como la comunión a los divorciados vueltos a casar, la acogida a los homosexuales o el reconocimiento de aspectos positivos en las relaciones estables no matrimoniales, este sinodal confiesa que "hay dos grupos claramente diferenciados, opuestos y definidos, y una mayoría, en medio, sin decantarse".
Lo que sí parece claro es que el Papa Francisco, "que no se pronuncia en la sala, sino que mantiene un prudente silencio, y escucha y toma notas constantemente", aboga por una apertura lo más consensuada posible. Tal vez por ello no ha aclarado si habrá o no un documento final, pues "quiere que todos nos pronunciemos en total libertad, sin temor a que las posturas minoritarias puedan sentirse desplazadas. Este Papa quiere rotundamente la comunión: no va a romper la Iglesia".
Las palabras de este padre sinodal coinciden con las recabadas desde otros ámbitos. Así, la idea que empieza a emerger sería favorecer "el acompañamiento personalizado" hacia el matrimonio y una mayor flexibilidad ante quienes no observan un estilo de vida acorde con las enseñanzas de la Iglesia, sin alterar los dogmas, informan las agencias.
De esta forma, se podría llegar a un compromiso entre la mayoría de obispos, que abogan por un cambio moderado, sin radicalismos.
Un consenso semejante significaría que mientras el matrimonio seguiría siendo entre un hombre y una mujer de por vida, cada obispo podría, por ejemplo, decidir si un divorciado de su comunidad que se ha vuelto a casar tiene derecho a la comunión.
Francisco lo reafirmó el sábado: "No es apropiado que el papa ocupe el lugar de los obispos para solucionar los problemas a los que hacen frente en su diócesis". Al contrario, la Iglesia debe avanzar hacia "una sana descentralización", dijo.
Sin aprobar su modo de vida, el pontífice ha expresado en muchas ocasiones su respeto por los divorciados, las mujeres que abortaron, las madres solteras o los homosexuales.
La Iglesia se "traicionaría" a sí misma si cerrara sus puertas a "quien llama para pedir ayuda y apoyo", dijo el papa en la apertura del sínodo.
Sin embargo, algunos expertos advierten que el papa no irá muy lejos.
"El papa podría avanzar rápidamente solo, pero no quiere", dijo Gian Guido Vecchi, vaticanista del Corriere della Sera. "La Iglesia necesita tiempo para cambiar".
Después del sínodo, el papa podría solicitar a grupos de expertos que continúen trabajando en temas sensibles.
"El pontífice no quiere bajo ningún concepto dividir la Iglesia", confirma Ignazio Ingrao, experto religioso de la revista Panorama.
"Hay un consenso en el 90% de los temas. En el último 10%, el papa trata de ver si es posible un acuerdo. Si no, no lo forzará", prevé Ingrao.
 Jesús Bustamante


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