martes, 6 de octubre de 2015

Francisco vuelve a tomar la palabra, por sorpresa, en la segunda congregación. El Papa invita a "no reducir el Sínodo a la comunión de los divorciados vueltos a casar"

El Papa ha invitado a "no reducir el tema del Sínodo a la comunión de divorciados y vueltos a casar" al tiempo que ha recordado "que la doctrina católica sobre el matrimonio no ha sido puesta en duda". El Pontífice ha hablado este martes 6 de octubre ante los más de 270 obispos y decenas de auditores y expertos, en una intervención que en principio no estaba prevista.

El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha relatado, durante el briefing informativo, el contenido de las sesiones de debate de este lunes por la tarde y este martes por la mañana, en las que han participado un total 72 padres sinodales representativos de los 5 continentes.
Esta primera semana la asamblea del Sínodo discute sobre el reto: "Escuchar los desafíos de la familia". La segunda semana estará dedicada al argumento "El discernimiento de las vocación familiar" y la tercera a "La misión de la familia de hoy en día".
Por su parte, el sacerdote italiano Antonio Spadaro, ha añadido que el Papa ha pedido "no ceder a la hermenéutica conspirativa que es sociológicamente débil y no ayuda espiritualmente", al tiempo que ha solicitado del Sínodo un "profundo discernimiento"para intentar comprender cómo quiere el Señor su Iglesia.
Este segundo Sínodo sobre la familia elaborará a partir de los resúmenes realizados por los llamados Círculos Menores, que dividen a los participantes por idiomas, la 'Relatio finalis', que será el documento final de conclusiones y que deberá ser votado el próximo sábado 24 de octubre. Sobre la posible participación del Papa en los debates de Círculos Menores, ha dicho que "no está previsto". "Pero ya lo veremos porque el Papa es libre y puede hacer lo que quiera", ha precisado.

Por último, Lombardi ha agregado que, según el Papa, del Sínodo de Obispos celebrado el año pasado solo hay tres documentos oficiales que son sus dos discursos, además de la Relatio Finalis, el último informe que fue votado por los padres sinodales y que no encontró acuerdo ni soluciones sobre las nuevas formas de convivencia o si hay que dar la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.
 Al menos 10 veces ha surgido la propuesta de fomentar un catecumenado para los matrimonios, antes y después de la boda, durante las sesiones del Sínodo de la Familia, que arrancó este lunes 5 de octubre. Así lo ha explicado el sacerdote canadiense,Thomas Rosica, durante el breefing informativo celebrado este martes 6 de octubre para dar cuenta del contenido de las intervenciones.
En este sentido, el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha especificado muchas de las intervenciones han insistido en la necesidad del aumento de la fe en la vida de las familias y del acompañamiento necesario a las parejas, así como en una buena preparación para el matrimonio.
Además, Rosica ha defendido que "el rol del sacerdote es indispensable en la formación de parejas" al tiempo que ha detallado que "la familia es la nueva protagonista de la nueva evangelización, son modelo de matrimonio y de cura de los problemas". "No hay que condenar la cultura en la que vivimos, sino que la cultura es de donde tiene que surgir la evangelización", ha señalado.
Invitado hoy a responder a las preguntas de los periodistas, el arzobispo Claudio M. Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, ha dicho que "el Sínodo tiene una visión amplia. La Iglesia es universal, no un gueto", y ha asegurado que en el Aula Sinodal "se respira una Iglesia guiada por el Espíritu Santo que sopla donde quiere y que sorprende continuamente".
También ha estado en la Sala Stampa Paul-André Durocher, arzobispo de Gatineau y presidente del Episcopado de Canadá. En su opinión, los "obispos están de acuerdo que las enseñanzas de la Iglesia vienen de Cristo, no solo para la Iglesia, sino para el mundo", y ha subrayado la importancia de la inculturación: "Es necesario entender las bases en las que el Evangelio se apoya en nuestra cultura".
Entre la tarde de ayer y la mañana de hoy, han tenido lugar la 2ª y la 3ª Congregación General, en las que han hablado 72 padres sinodales, representantes de todos los continentes y en varios idiomas. Unos 36 puntos de la primera parte del Instrumentum laboris fueron citados en las discusiones, abarcando de lo más general a las realidades más concretas de cada país.
Por ejemplo, participantes de América Latina han denunciado "presiones económicas" en sus países para obligar a imponer una "ideología de género" que "busca hacernos creer que cualquier diferencia es una injusticia", se explicó durante la rueda de prensa. Los africanos han descrito desafíos como el de la poligamia; y los patriarcas orientales han puesto sobre la mesa la problemática derivada de las migraciones.
Otros hablaron de la necesidad de una pastoral que se preocupe por fortalecer el vínculo del matrimonio y de la importancia de crear condiciones para ayudar a los matrimonios con problemas concretos. En palabras de un padre sinodal (en estas informaciones a los periodistas no se nombra al autor de cada declaración), "tenemos que tener la Palabra de Dios en una mano, y el periódico en la otra".
Ha habido intervenciones referidas a la revolución cultural y cambio de época en el que se sitúan los trabajos del Sínodo; al lenguaje que tiene que adoptar la Iglesia para hablar al hombre y la familia de hoy, y evitar interpretaciones negativas; a la importancia de los ancianos en la institución familiar; a la violencia en la familia y la sociedad; y muchos han insistido en una perspectiva de esperanza en el anuncio del evangelio por parte de las familias en el mundo de hoy. Otros padres han pedido soluciones tan específicas como el facilitar el bautismo a parejas de no bautizados que viven juntos y quieren casarse por la Iglesia.



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