El Papa Francisco agradeció a Dios por “el dinamismo del
Evangelio” que ha hecho que la Iglesia de Cristo haya continuado creciendo a lo
largo de la historia y hoy. Lo dijo ante más de 400 obispos de EE.UU. en la
catedral de San Mateo Apóstol
en Washington, la mañana de este miércoles en un encuentro en
el que se vivieron muchas emociones y en el que el Santo Padre insistió en el
reto que supone el sembrar el Evangelio en el corazón de hombres de mundos tan
diferentes.
Con
la humildad que le caracteriza, Francisco dijo a los obispos que iba a
compartir con ellos unas reflexiones que consideraba oportunas pero subrayó que
su intención no es trazar un programa ni impartir lecciones. Habló del
significado de ser pastores, “y nada más que pastores”, y que la esencia de su
identidad se tiene que buscar en la oración asidua, “La vida del pastor se
alimenta de esta intimidad de Cristo”. En este sentido, aseguró el Vicario de
Cristo que son muchos los desafíos con lo que se encuentran, pero por eso
recordó: “somos artífices de la cultura del encuentro”,
“somos testigos del abajamiento y la condescendencia de Dios”. El Papa invitó a
los obispos a que siempre utilicen la vía del diálogo y que sea con un lenguaje de bondad y
de amor.
Finalmente,
hablando de la realidad de los inmigrantes en este país, el Papa Francisco
agradeció y animó a las diócesis de EE.UU. por su actitud, y les pidió que les
sigan ofreciendo “el calor del amor de Cristo”.
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