Del Salmo 39:
Dichoso el hombre que ha puesto
su confianza en
el Señor,
y no acude a
los idólatras,
que se
extravían con engaños.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
Tú no quieres
sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio,
me abriste el oído;
no pides
sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy.»
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
–Como está
escrito en mi libro–
«para hacer tu
voluntad».
Dios mío, lo
quiero,
y llevo tu ley
en las entrañas.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
He proclamado
tu salvación
ante la gran
asamblea;
no he cerrado
los labios:
Señor, Tú lo
sabes.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
No hay comentarios:
Publicar un comentario