Sal 127,1-2.3.4-5
Dichoso el que teme al
Señor
y sigue sus caminos
Comerás del fruto de
tu trabajo,
serás
dichoso, te irá bien.
Dichosos los que temen al Señor
Tu mujer, como viña
fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como brotes de olivo,
alrededor
de tu mesa.
Dichosos los que temen al Señor
Ésta es la bendición
del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
Dichosos los que temen al Señor
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