San Francisco de Asís no escribió ningún
tratado sobre la oración. Tampoco se preocupó demasiado en enseñar a sus
hermanos un método de oración. Pero esto no le impidió ser un guía
seguro, al tiempo que un ejemplo viviente, en el camino de la unión con
Dios.
Lo esencial de su enseñanza, así como de
su experiencia personal sobre la oración, se halla contenido en la siguiente
frase de la Regla bulada:
"Aplíquense los hermanos a lo que
por encima de todo deben anhelar: tener el espíritu del Señor y su santa
operación" (2 R 10,8-9)
La vida de oración, según Francisco, es
ante todo ese gran anhelo, esa búsqueda incesante del Espíritu del Señor y de
su acción en nosotros. Somos incapaces, por nosotros mismos, de nombrar
dignamente a Dios. No sabemos orar como es debido. ¿No consiste la oración,
para el cristiano, en unirse a Jesús en su relación con el Padre? Orar es
aprender a decir «Abba». Y eso sólo es posible gracias al Espíritu. El Espíritu
del Señor es el gran iniciador en la vida de oración. Por eso debemos anhelarlo
por encima de todo y dejarle actuar en nosotros. *
San Francisco se Asís, fue un humilde
servidor de Dios que lo dejó todo para seguir al Señor, se preocupó mucho por
la Santidad de los demás y de todos los hermanos, realizaba muchos Sacrificios
y ayunos. Sus escritos estan llenos de una santa humildad y obediencia a la
Iglesia. Un Laico comprometido que Amó al Señor más allá de sus propios
límites.
A continuación algunas de las Frases de
San Francisco:
1. "Si tú, siervo de Dios, estás preocupado
por algo, inmediatamente debes recurrir a la oración y permanecer ante el Señor
hasta que te devuelva la alegría de su Salvación"
2. "La verdadera enseñanza que
trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en
práctica lo que decimos."
3. "Comienza haciendo lo que es
necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo
imposible."
4. "Recuerda que cuando abandones esta
tierra, no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, sólo lo que has
dado."
5. "El hombre debería temblar, el
mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando
el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote."
6. "Espíritus malignos y falsos, hagan
en mi todo lo que quieran. Yo sé bien que no pueden hacer más de lo que les
permita la mano del Señor. Por mi parte, estoy dispuesto a sufrir con mucho
gusto todo lo que él les deje hacer en mí."
7. "Es siervo fiel y prudente el que,
por cada culpa que comete, se apresura a expiarlas: interiormente, por la
contrición y exteriormente por la confesión y la satisfacción de obra"
8. "El diablo se alegra, sobre todo,
cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de
polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor
del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena
los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal."
9. "Cuando el servidor de Dios es
visitado por el Señor en la oración con alguna nueva consolación, antes de
terminarla debe levantar los ojos al cielo y, (juntas las manos), decir al Señor: “Señor, a mi, pecador
e indigno, me has enviado del cielo esta consolación y dulzura; te las devuelvo
a ti para que me las reserves, pues yo soy un ladrón de tu tesoro.” Y también:
“Señor, arrebátame tu bien en este siglo y resérvamelo para el futuro.” Así
debe ser, de modo que, cuando salga de la oración, se presente a los demás tan
pobrecito y pecador como si no hubiera obtenida ninguna gracia nueva. Por una
pequeña recompensa se pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al
Dador a no dar más."
10. "Luchemos por alcanzar la serenidad
de aceptar las cosas inevitables, el valor de cambias las cosas que podamos y
la sabiduría para poder distinguir unas de otras."
11. "Predica el evangelio en todo
momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras."
12. "Señor, hazme un instrumento de tu
paz. Donde haya odio siembre yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay
duda, fe; donde hay desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde
haya tristeza, alegría."
13. "¡Terrible es la muerte!, pero
¡cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos
llama!"
14. "No peleen entre sí y con los
demás, sino traten de responder humildemente diciendo, “Soy un siervo
inútil."
15. "En la santa caridad que es Dios,
ruego a todos los hermanos, tanto a los ministros como a los otros, que,
removido todo impedimento y pospuesta toda preocupación y solicitud, como mejor
puedan, sirvan, amen, honren y adoren al Señor Dios, y háganlo con limpio
corazón y mente pura, que es lo que Él busca por encima de todo; y hagamos
siempre en ellos habitación y morada a Aquel que es el Señor Dios omnipotente,
Padre, e Hijo, y Espíritu Santo" (1 R 22,26-27)
Fuente: PildorasdeFe.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario