Sal 31, 1-2. 5. 6. 7
Alegraos, justos, y gozad
con el Señor.
Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito.
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Había
pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Por eso,
que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará.
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Tú eres
mi refugio, me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación.
me rodeas de cantos de liberación.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
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