Del Salmo 108:
R./ Te alabaré, Señor, porque tu misericordia se eleva hasta el
cielo
Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar al son de instrumentos:
¡despierta, alma mía!
¡Despierten, arpa y cítara,
para que yo despierte a la aurora!
Te alabaré en medio de los
pueblos, Señor,
te cantaré entre las naciones,
porque tu misericordia se eleva hasta el cielo
y tu fidelidad hasta las nubes.
¡Levántate, Señor Dios, por
encima del cielo,
y que tu gloria cubra toda la tierra!
¡Sálvanos con tu poder, respóndenos,
para que se pongan a salvo tus predilectos!
Danos tu ayuda contra el
adversario,
porque es inútil el auxilio de los hombres.
Con Dios alcanzaremos la victoria.
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