viernes, 26 de diciembre de 2014

Jesús, salvador del mundo, traiga la paz: deseo del Papa al bendecir Urbi et Orbi



Luego de haber celebrado en comunión con el Santo Padre el misterio de la Natividad del Señor, misterio de la Luz que brilla en las tinieblas, de la Palabra hecha carne, del Pan que ha bajado del cielo, Francisco volvió a abrazar esta vez a más de 80 mil fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para escuchar su mensaje navideño y recibir la bendición Urbi et Orbi. Desde el balcón central de la Basílica vaticana el Pontífice se dirigió a Roma y al mundo. “Que el poder de Cristo, que es liberación y servicio, se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra, la persecución, la esclavitud”, deseó el Papa. “Que este poder divino, con su mansedumbre, extirpe la dureza de corazón de muchos hombres y mujeres sumidos en lo mundano y la indiferencia. Que su fuerza redentora transforme las armas en arados, la destrucción en creatividad, el odio en amor y ternura”.

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