martes, 23 de septiembre de 2014

LAS LÁGRIMAS DEL PAPA EN EL ENCUENTRO CON LOS CRISTIANOS SUPERVIVIENTES A LA PERSECUCIÓN EN ALBANIA


El Papa viajó ayer a Tirana, capital de Albania, tierra de la Madre Teresa de Calcuta. Fue un viaje corto pero intenso.



Uno de los momentos más emotivos fue la celebración de las Vísperas en la catedral de San Pablo, con los sacerdotes, religiosos, seminaristas y movimientos laicos. El Papa quedó visiblemente conmovido por el testimonio de un sacerdote y una religiosa que vivieron la persecución comunista.

Don Ernest narró sus 18 años de prisión bajo el régimen comunista ateo, las torturas, los 10 años de trabajos forzados. Sor María dijo: "No sé cómo conseguimos soportar tanto, pero Dios nos dió fuerza, paciencia y esperanza".

El Papa dejó de lado el discurso que tenía preparado y habló desde el corazón:
“En estos dos meses me he preparado para esta visita leyendo la historia de la Iglesia en Albania y para mí fue una sorpresa, yo no sabía que este pueblo había sufrido tanto. Después, hoy en el camino del aeropuerto con todas las fotografías de los mártires, pensé: Se ve que este pueblo todavía tiene memoria de sus mártires.

Es un pueblo de mártires, y hoy al inicio de esta celebración hablé con dos. Lo que yo les puedo decir es lo que ellos mismos dijeron con sus palabras sencillas, pero de cosas tan dolorosas. Y podemos preguntarles a ellos cómo hicieron para sobrevivir a tanta tribulación. Sin duda ellos nos dirán esto que hemos oído en la segunda lectura: ‘Dios es Padre misericordioso y Dios de todo consuelo’. Con esta sencillez han sufrido mucho físicamente, psíquicamente, con la angustia de no saber si los fusilarían o no”.

“Pienso en Pedro encadenado. Toda la Iglesia rezaba por él. Y el Señor consoló a Pedro y a los mártires y a estos dos que hoy escuchamos. El pueblo de Dios, las viejitas santas y las monjas de clausura que rezaban por ellos. Este es el misterio de la Iglesia: Dios consuela a su pueblo de manera escondida, en la intimidad del corazón da fortaleza”.



“Ellos no se vanaglorian de lo que han vivido –explicó el Sucesor de Pedro hablando de los testimonios escuchados- porque ha sido el Señor quien los ha llevado adelante. Pero ellos nos dicen algo a nosotros, que hemos sido llamados por el Señor para seguirlo de cerca: ‘Hay de nosotros si buscamos otro consuelo. Hay de aquellos religiosos, que buscan consolación lejos del Señor’. Si buscas el consuelo en otra parte no serás feliz y no podrás consolar a ninguno".
“Sea bendito Dios padre de toda consolación que nos consuela en todas nuestra tribulaciones”, insistió e Pontífice. "Que podamos consolar con el consuelo con el que Dios nos ha consolado, como hicieron estos dos testigos, que nos hicieron un servicio. Aunque seamos pecadores, como ellos dicen: somos pecadores pero el Señor ha estado con nosotros.”


Y el Papa Francisco concluyó: “Perdonen si los uso como ejemplo. Pero todos debemos darnos ejemplo unos a otros. Hoy hemos tocado a los mártires.”

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