Narcotráfico que ha
tenido lugar en Roma del 17 al 19 de junio. Francisco les ha dado las gracias
por su tarea que ''enfrenta un problema de nuestra época muy grave y complejo''.
''Quizás las
acciones del tráfico de drogas son las que más rinden en el mercado y esto es trágico", ha afirmado el Papa
en su discurso, recordando que el ''azote de la droga sigue haciendo estragos
con formas y extensión impresionantes, alimentado por un mercado turbio que
traspasa las fronteras nacionales y continentales. Así, crece cada vez más el
peligro para los jóvenes y adolescentes. Frente a este fenómeno siento la
necesidad de expresar mi dolor y mi preocupación''.
''Quisiera decirlo claramente -ha proseguido- la
droga no se vence con la droga. La droga es un mal, y con el mal no puede haber
fisuras o compromisos. Pensar que se puede reducir el daño permitiendo el uso
de sustancias psicotrópicas a las personas que siguen usando drogas, no
resuelve el problema. La legalización, incluso parcial, de las llamadas
"drogas blandas", además de ser discutible en términos legislativos,
no produce los efectos esperados".
"Las drogas sustitutivas, por otra parte, no
constituyen una terapia suficiente , sino una forma velada de entrega al
fenómeno. Quiero reiterar lo que dije en otra ocasión: No a cualquier tipo de
droga. Simplemente. No a cualquier tipo de droga. Pero para decir este 'no',
hay que decir sí a la vida, sí al amor, sí a los demás, sí a la educación, sí
al deporte, sí al trabajo, sí a más oportunidades de trabajo''.
''Pensemos en un joven que no tiene trabajo. Creo
que la cifra ronda los 25 millones, aquí en Europa. Creo, no estoy seguro. Pero
pensemos en un joven ni-ni: ni estudia ni trabaja. Entra en esta falta de
horizonte, de esperanza, y la primera oferta son las dependencias, entre las
cuales está la droga".
En cambio, "las oportunidades de trabajo, la
educación, el deporte, la vida sana, son el camino que lleva a la prevención de
la droga. Si estos síes se hacen verdades no hay espacio para las drogas, para
el abuso de alcohol, para otras adicciones''.
''La Iglesia, fiel al mandato de Jesús de ir allí
donde hay un ser humano que sufre, que tiene sed, hambre, que está en la cárcel,
no ha abandonado a los que han caído en la espiral de la droga, sino que con su
amor creativo ha salido a su encuentro. Los ha tomado de la mano, a través del
esfuerzo de muchos trabajadores y voluntarios, para que puedan volver a
descubrir su dignidad, ayudándolos a resucitar esos recursos, esos talentos
personales que la droga había enterrado, pero que no pudo cancelar porque cada
hombre está creado a imagen y semejanza de Dios''.
En la imagen, el Papa abraza a un joven paciente del centro San Francisco de Asís para la recuperación de jóvenes drogadictos y alcohólicos, en Río de Janeiro.
Fuente: News. va
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