La contemplación es la forma más perfecta de la oración...
es una mirada íntima que comienza en Dios y nos hace mirarle de vuelta, ensimismados en su mirada...
en ese instante entre el Amado y el amante, se detiene el tiempo, se ensancha el corazón y se llena de gracias el alma...
dicen los santos que esa unión perfecta con Dios es como un anticipo del cielo...
Ahora piensa que no importa que tan íntima y profunda llegue a ser nuestra oración contemplativa...
no importa que tanto podamos adentrarnos en el Misterio de Dios...
nunca podrá compararse con la mirada entre la Madre y el Hijo...
nadie, absolutamente nadie, conoce a Jesús mejor que María...
pidámosle en este día que nos acompañe en nuestra oración...
y nos vaya revelando todas esas cosas que desde siempre ha conservado en su corazón...
De "Tengo sed de Ti"
Ahora piensa que no importa que tan íntima y profunda llegue a ser nuestra oración contemplativa...
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