sábado, 29 de octubre de 2011

HIMNO AL SEÑOR

Buenos días, Señor, a ti el primero
encuentra la mirada
del corazón, apenas nace el día:
Tú eres la luz y el sol de mi jornada.

Buenos días, Señor, contigo quiero
andar por la vereda:
Tú, mi camino, mi verdad, mi vida;
Tú, la esperanza firme que me queda.

Buenos días, Señor, a ti te busco,
levanto a ti las manos
y el corazón, al despertar la aurora:
quiero encontrarte siempre en mis hermanos.

Buenos días, Señor resucitado,
que traes la alegría
al corazón que va por tus caminos
¡vencedor de tu muerte y de la mía! Amén

Magnificat

viernes, 28 de octubre de 2011

Nada ni nadie nos debe apartar del amor de Dios

Vivimos en un mundo complicado, rodeados de injusticias, de falta de caridad con el hermano, y no solo hablamos de cuestiones económicas, hay una falta de caridad que produce mucho dolor a quién la padece. Si miramos alrededor, la mayoría de las veces no vemos amor, podemos ver indiferencia, lucha por conseguir un puesto más alto en la sociedad....y en algunos casos agresividad. Puede producirnos una cierta desazón y preocupación; pero entonces debemos recordar la frase de San Pablo:

"Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él?"

Es difícil no tener problemas, que en mayor o menor medida nos producen tristeza y angustia. Podemos, en algunos momentos, sufrir una sensación de desconcierto e incapacidad de resolver nuestra vida y parece que todo se derrumba a nuestro alrededor. En estos momentos es cuando más fuerte debemos agarrarnos a la mano del Señor, porque él nos está cubriendo con sus alas, nos está abrazando y protegiendo. Con nosotros está el Señor amándonos.

Como dijo San Pablo:

"¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?.

 Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro."

Señor, ayúdanos a estar siempre de tu mano y que nada ni nadie nos aparte de tu amor.

H. de Carmen

jueves, 27 de octubre de 2011

PLEGARIA A LA VIRGEN

Hoy María junto a tus pies he sentido  gran alegría al ver  a tus hijos visitarte en tu catedral de Madrid .
 Me preguntaba cual seria el motivo de la visita . ¿ quien sabe ? lo que encierra el corazón de cada uno solo tu lo sabes  .
Sea el que sea yo he pedido que todo  hermano que pase  junto a ti lleve la marca de tú amor como madre del cielo en su corazón gravada .
Tú eres el amparo en los momentos claves de nuestras vidas  nos consuelas nos calmas con tú calor de  madre amorosa  . En los instantes de alegría  estás presente y gozas junto a nosotros  .
En este día mi suplica es que intercedas por todos y seas el espejo  donde  nos miremos  y te imitemos dando el SI a DIOS igual que ´tu lo hiciste en el instante  de la Anunciacíón .
Nos enseñas a seguir a Jesús, diciéndonos: " haced lo que él os diga" .
Ruega por nosotros para que seamos  misioneros incansables  anunciando el Evangelio  de tú hijo
Jesucristo y hermano nuestro donde quiera que nos envíe Amen  .

ISABEL

martes, 25 de octubre de 2011

Salud del cuerpo y salud del alma

Todos nos maravillamos de los milagros que realizaba Jesús.¡Y cuántas veces le hemos pedido la curación de alguna enfermedad, nuestra o de alguna persona a la que queremos!

Parece como si Dios hubiera dejado en manos de los médicos el cuidado del cuerpo para poder dedicar a los sacerdotes, sus más íntimos colaboradores, a la tarea más importante: el cuidado espiritual. Es  increíble recuperar la vida de gracia y de intimidad con Dios. Es  maravilloso ver nacer a Cristo cada día en la Eucaristía.

Porque la vida espiritual, aunque esté oculta a los ojos, tiene una dimensióninfinitamente superior a las acciones puramente materiales. Por ejemplo, un acto de caridad hecho por amor a Dios embellece al alma de tal manera que nos quedaríamos extasiados si pudiéramos contemplarla. Es impresionante lo que realizan en nosotros los sacramentos. Porque recibimos gracias especiales de Dios. Sin embargo, tenemos que reconocer que estamos sujetos a las realidades de la tierra y que no podemos percibir nuestra transformación en el mundo espiritual. Pero si tenemos fe, y perseveramos hasta el final, un día podremos ver con claridad, sin misterios, la grandeza de cada alma humana.

Padre, aydame a que estos momentos de oración me ayuden con tu gracia a valorar los sacramentos y a no solo preocuparme por la salud del cuerpo sino por la de mi alma.
P. Luis Gralla

viernes, 21 de octubre de 2011

CRISTO EL MÁS GRANDE DE LA HISTORIA

«Cristo el más grande de la Historia», es porque en toda la historia de la Humanidad jamás ha habido nadie como Cristo. De niño asusta a un rey: Herodes. De joven deja admirados a los Doctores en el Templo. De mayor curó a ciegos y leprosos, y resucitó muertos. Pudo ser rico y se hizo pobre: nació en una cuadra, murió en una cruz y fue enterrado en una tumba prestada. No escribió ningún libro, pero no hay en el mundo ningunabiblioteca donde quepan todos los libros que se han escrito sobre Él.
No fue político, pero jamás en la Historia ha habido un hombre que haya tenido tantos seguidores. Jamás en la Historia ha habido un hombre que haya sido amado tanto como Jesús. Cristo es el hombre más amado de la Historia.
Ha habido hombres grandes en la Historia, pero estos hombres son hoy admirados, no amados. Cristo ha sido amado más allá de su tumba. Esto es inconcebible en la Historia. Todos sabemos quién fue Miguel Angel o Cervantes. Pero, ¿hay hoy alguien que ame a Miguel Angel? ¿Hay hoy alguien que ame a Cervantes? De los grandes hombres de la Historia queda su admiración, pero no queda amor a ellos. El amor a una persona sólo permanece pocos años en el corazón de sus parientes.
Cristo hace dos mil años que murió, y hoy se le ama con entusiasmo. Se le ama hasta la muerte. Hay mártires que dan la vida por Cristo; hoy, ayer y mañana también. Miles y miles de muchachos y muchachas que consagran a Él su vida. Es un martirio lento, gota a gota. Unos dan la vida de golpe, como el mártir. Otros la dan gota a gota, a lo largo de toda su vida; viven sólo para Cristo y sólo piensan en Cristo.
Monjas que renuncian a todo, por amor a Cristo. Hace falta amor para que una chica, llena de posibilidades, de atractivos, y de ilusiones del mundo, se meta entre cuatro paredes por amor a Cristo. Miles y miles. Y hombres que podrían tener un porvenir más o menos brillante, y lo dejan todo por amor a Cristo. Para seguir a Cristo. Para vivir para Cristo. No hay en la Historia nadie a quien se haya amado tanto como a Cristo.
Cristo es la persona más digna de ser amada de toda la Humanidad. ¿Por qué? Porque Cristo no sólo era un hombre maravilloso,además era Dios. Pues este Cristo-Dios es en quien creemos y en quien esperamos. Démosle gracias porque nos ha dado fe en Él. Vivamos nuestra fe lo mejor que sepamos, y confiemos que en la hora de la muerte Él recibirá con los brazos abiertos, en la otra vida, a los que en ésta hemos creído en Él, le hemos servido con buena voluntad y le hemos amado con fervor.
P Jorge Loring

Nuevo artículo recomendado

Javier nos vuelve a enviar un interesante artículo sobre los diáconos en la Iglesia, su historia y sus misiones dentro de la Iglesia.
Gracias Javier


Interesante creo:
"El diaconado permanente - Un sano y justo equilibrio en el servicio"

http://www.revistacriterio.com.ar/iglesia/un-sano-y-justo-equilibrio-en-el-servicio/

sábado, 15 de octubre de 2011

SANTA TERESA DE JESÚS. MAESTRA DE ORACIÓN


Todos reconocían, podemos decir que con unánime consentimiento, ésta prerrogativa de Santa Teresa de ser madre y maestra de las personas espirituales. Una madre llena de encantadora sencillez, una maestra llena de admirable profundidad. El consentimiento de la tradición de los santos, de los teólogos, de los fieles y de los estudiosos, se lo había ganado ya. Ahora lo hemos confirmado nosotros, a fin de que, nimbada por este título magistral, tenga en adelante una misión más autorizada que llevar a cabo dentro de su familia religiosa, en la Iglesia orante y en el mundo, por medio de su mensaje perenne y actual: el mensaje de la oración.

Esta es la luz, hecha hoy más viva y penetrante, que el título de doctora conferido a Santas Teresa reverbera sobre nosotros.
El mensaje de oración nos llega a nosotros, hijos de la Iglesia, en una hora caracterizada por un gran esfuerzo de reforma y de renovación de la oración litúrgica; nos llega a nosotros, tentados, por el reclamo y por el compromiso del mundo exterior, a ceder al trajín de la vida moderna y a perder los verdaderos tesoros de nuestra alma por la conquista de los seductores tesoros de la tierra.

Este mensaje llega a nosotros, hijos de nuestro tiempo, mientras no sólo se va perdiendo la costumbre del coloquio con Dios, sino también el sentido y la necesidad de adorarlo y de invocarlo.

Llega a nosotros el mensaje de la oración, canto y música del espíritu penetrado por la gracia y abierto al diálogo de la fe, de la esperanza y de la caridad, mientras la exploración psicoanalítica desmonta el frágil y complicado instrumento que somos, no para escuchar la voces de la humanidad dolorida y redimida, sino para escuchar el confuso murmullo del subconsciente animal y los gritos de las indomadas pasiones y de la angustia desesperada.

Llega ahora a nosotros el sublime y sencillo mensaje de la oración de parte de la sabia Teresa, que nos exhorta a comprender "el gran bien que hace Dios a un alma que la dispone para tener oración con voluntad…,que no es otra cosa la oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama".

Este es, en síntesis, el mensaje que nos da Santa Teresa de Jesús, doctora de la santa Iglesia. Escuchémoslo y hagámoslo nuestro.
PARTE DE LA HOMILÍA DE PABLO VI AL NOMBRAR A SANTA TERESA DOCTORA DE LA IGLESIA

miércoles, 12 de octubre de 2011

Muchos son los llamados y pocos los elegidos


Los invitados a las bodas del hijo del Rey, eran los que se consideraban pueblo de Dios, pero ellos se excusaron porque tenían cosas más importantes que hacer.
Jesús llamó entonces a los gentiles: "Pedro Apóstol de Jesucristo, saluda a los que viven como extranjeros dispersos en el Ponto, en Galacia, Asia y Bitinia, a los que han sido elegidos".
De la misma forma Cristo nos está invitando a cada uno de nosotros, no solo nos invita a ser su amigo, nos invita a algo mucho más cercano, a su  Reino, que es un banquete. Muchos aparentemente siguen a Jesús, pero cuando llegue el tiempo y les  invite a algo especial también se excusarán, porque estarán ocupados en sus cosas y no tendrán tiempo para Dios.

Entonces Jesús invitará a otros, pero no basta con pertenecer a este segundo grupo para gozar del banquete de bodas, el Evangelio agrega una segunda parte donde se indica una condición que hay que cumplir.  El rey observa que hay uno de esos últimos llamados que no está vestido como corresponde a la ocasión y le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de boda?". Y ordena: "Atadlo de pies y manos, y echadlo a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes". ¡Uno solo está en este caso! Y, sin embargo, Jesús concluye: "Pocos son elegidos".

Nosotros debemos estar preparados, Jesús nos llama a todos, pero solamente haciendo la voluntad de Dios podremos llevar el vestido adecuado en la boda

viernes, 7 de octubre de 2011

Enséñanos, María a aceptar sin preguntar

Acabo de leer este artículo, además de parecerme de una sensibilidad increible, creo que nos puede ayudar mucho en nuestra vida.

¡Qué prueba tan dolorosa! Prepárate, Madre, para la hora del Calvario. Ahí lo perdiste  por tres   días terribles; pero lo recuperaste entero. Allí te lo matarán a mordiscos todos los pecados de los hombres, como rabiosos lobos. Al final, cuando pudiste recoger lo que quedaba de tu Hijo; era un muerto y un cadáver destruido desde la cabeza a los pies; la cabeza rota por  las hondas espinas; la cara desfigurada por las bofetadas; el pecho y la espalada aradas por los latigazos; las manos y pies horadados por los clavos: el corazón partido por una lanza.

Perdido y hallado. Perdido y no encontrado en el callejón lóbrego de la muerte. Perdido y hallado vivo. Perdido y hallado muerto, destinado solo para el sepulcro. Y ahí terminó la muerte; en un sepulcro pétreo que impedirá acercarse a los restos del amado hijo,
Prepararnos a las separaciones.Vivir un cierto tiempo es separarse de algunas personas. Vivir un trecho más es separarse de más seres. Durar más tiempo es separarse uno de los que me sobreviven. Cada separación es un desgarrón. Uno muere  al final desgarrado y desgarrando a alguien más.

¿Por qué me buscabais? La pregunta que toca la herida abierta, haciéndola sangrar. María sangraba por aquella herida de su corazón. El doloroso por qué de María quedó acallado con el misterioso por qué del Hijo. María sabía que  aquel hijo sería cada vez menos  de Ella  y más del Padre y de todos. María aceptó del desgarrón del hijo que se va de la casa, por ley de la vida, en este caso por ley divina. Pero aceptó sangrando.

María conservaba todas estas cosas  en su corazón.
Su corazón sangraba. Con oración y obediencia la curaba pero al mismo tiempo la abría,, porque esa herida nunca se cerró. Y de pronto un día, en el Calvario se abrió completamente y sangró a torrentes. Sólo en el cielo se ha cerrado del todo aquella herida, María ya no pregunta más; ha recibido todas las respuestas y una corona eterna por no haber preguntado indiscretamente sobre los misterios que le rodeaban.

Enséñanos, María a aceptar sin preguntar, hasta que Dios quiera ofrecernos su respuesta. Al final, todos diremos que Dios tuvo la razón, para que nuestra fe fuera meritoria.
P. Mariano de Blas LC

Artículo recomendado

Javier nos manda la dirección de otra página muy útil, muchas gracias Javier:

Me ha parecido interesante este artículo como reflexión personal y además, tal vez, para reflexionar o buscar un tema semejante, si es que no existe ya, entre los temas del Aula de Teología. Saludos. Javier

http://www.revistacriterio.com.ar/nota-tapa/editorial-el-lugar-de-los-laicos-en-la-iglesia/

jueves, 6 de octubre de 2011

TENER UN AMIGO ES TENER UN TESORO

Ya sabemos que nuestro mejor amigo es Jesús, que nos acompaña siempre, en los mejores y en los peores momentos. El que nunca nos falla, debemos leer con frecuencia los evangelios, son como sus cartas y así aprendemos a concerlo mejor y a amarlo mejor.
"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15,13). Jesús nos demostró su amistad muriendo por nosotros y en una muerte de cruz.
Nuestra forma de hablar con Jesús es la oración, si queremos cultivar la amistad de Jesús debemos orar con frecuencia y participar de los sacramentos.
Pero también a nuestro alrededor encontrar verdaderos amigos y entonces los podemos considersar como un regalo de Dios.
"El amigo fiel no tiene precio, no hay peso que mida su valor" (Eclo 6,15)
 El amigo ama en todo tiempo; es un hermano para el día de la desventura" (Prov. 17,17)
-La amistad es compartir e intercambiar, ilusiones, esperanzas, temores, problemas, etc.
- El fin de la amistad es cooperar a la realización del otro. Se trata de ayudar a crecer como persona.
-    El verdadero amigo enriquece al otro, ayuda a ser mejor, a superarse en todos los aspectos de la vida. El falso amigo es interesado, egoísta, esclaviza con sus gustos y caprichos, etc
       Condiciones para una verdadera amistad
-       CONFIANZA total: sin ella, es imposible cualquier amistad.
-       SINCERIDAD: decir la verdad al amigo, aunque a veces sea dolorosa y no le guste.
-       FIDELIDAD: estar con el amigo "en las buenas y en las malas"
-       GENEROSIDAD: la amistad es dar, es entrega, es ayuda.
 El verdadero amigo es comprensivo, servicial, no tiene envidia, no se engríe, ni se irrita, ni lleva cuentas del mal, porque disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites y ama sin límites.
Gracias Señor, por esos amigos que nos has regalado, que siempren están con nosotros, rezan y nos ayudan a acercarnos a Ti.
MEMM

lunes, 3 de octubre de 2011

AMOR AL PRÓJIMO

Oración introductoria
Señor, dame la sabiduría y el amor para descubrir y actuar, buscando el bien de los demás,en las diversas situaciones de mi vida cotidiana. No permitas que el ajetreo de mi vida me haga pasar de largo y no ver a esa persona que necesita que me detenga a hablar con ella para darle consuelo o simplemente una sonrisa.

Petición
Señor, concédeme un corazón grande para ayudar a todos, en todo momento.

Meditación del Papa
«Jesús responde con la célebre parábola del “buen samaritano”, para indicar que nos corresponde a nosotros hacernos “prójimos” de cualquiera que tenga necesidad de ayuda. El samaritano, en efecto, se hace cargo de la situación de un desconocido a quien los salteadores habían dejado medio muerto en el camino, mientras que un sacerdote y un levita pasaron de largo, tal vez pensando que al contacto con la sangre, de acuerdo con un precepto, se contaminarían. Laparábola, por lo tanto, debe inducirnos a transformar nuestra mentalidad según la lógica de Cristo, que es la lógica de la caridad: Dios es amor, y darle culto significa servir a los hermanos con amor sincero y generoso.
Este relato del Evangelio ofrece el “criterio de medida”, esto es, “la universalidad del amor que se dirige al necesitado encontrado ´casualmente´, quienquiera que sea”. Junto a esta regla universal, existe también una exigencia específicamente eclesial: que “en la Iglesia misma como familia, ninguno de sus miembros sufra por encontrarse en necesidad”. El programa del cristiano, aprendido de la enseñanza de Jesús, es un “corazón que ve” dónde se necesita amor y actúa en consecuencia» (Benedicto XVI, 11 de julio de 2010).

Reflexión
Muchas lecciones les ha dadoNuestro Señor a los fariseos, pero ninguna tan bella como ésta. Es de esas ocasiones en las que Cristo da a conocer su doctrina y su mandamiento a todos los hombres, y lo hace de manera muy velada.

Amar al prójimo no es muy fácil, porque requiere donarse a los demás, y ese donarse cuesta, porque no a todos los tratamos o queremos de la misma manera. Por ello tenemos que lograr amar a todos por igual, sin ninguna distinción. Quererlos a todos, sin preferir a nadie. Es difícil mas no imposible.

Dios nos ha dado el ejemplo al vivir su propia doctrina: "no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos", pero Él no la dio solo por sus  amigos, sino también por sus enemigos, y muchos santos han hecho lo mismo.

Propósito
Imitemos a Cristo en su vida de donación a los demás, y vivamos con confianza y constancia su mandamiento:"vete y haz tú lo mismo".
Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net