La CEE ha desempeñado un papel protagonista en la elaboración de un documento que fija líneas de actuación comunes para los episcopados de todo el mundo. Francisco sigue muy de cerca la situación en España
Son 20 puntos de acción que fijan prioridades pastorales y criterios de actuación comunes en todas las Iglesias locales. Desde el establecimiento de corredores humanitarios hasta mayores facilidades para la reagrupación familiar, se ofrece un amplio catálogo de medidas que pretende al mismo tiempo influir en la elaboración de los dos pactos mundiales sobre refugiados y migrantes previstos para 2018. En este sentido, la Santa Sede quiere que los episcopados realicen abiertamente labores de lobby o incidencia en defensa de las personas obligadas a abandonar su hogar, de modo que las preocupaciones de la Iglesia queden reflejadas en el documento final que se apruebe en Nueva York.
El Papa se refirió a estos 20 puntos durante el encuentro celebrado el pasado viernes con responsables de pastoral de Migraciones de Europa, tras reconocer su preocupación por el avance de la xenofobia en Europa. Desde España, asistieron el obispo de Astorga y presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, Juan Antonio Menéndez, y el director del Secretariado, José Luis Pinilla, junto a algunos delegados diocesanos.
El catálogo es el resultado de un proceso de consultas a nivel mundial en el que la Conferencia Episcopal Española desempeñó un papel protagonista. El primer borrador fue elaborado por representantes de tres episcopados por continente; por parte europea, los de Italia, Hungría y España.
El resultado es un texto con «propuestas muy concretas dentro de «un plan muy estructurado» que abarca el fenómeno de las migraciones desde una perspectiva global, destaca el jesuita José Luis Pinilla. Estamos, afirma, ante «el proyecto estratégico y de actuación que la Iglesia se da para los próximos años», y que busca tanto «garantizar derechos» como «promover una integración eficaz». «No se trata solo de traer a España a refugiados de forma segura –aclara–, sino de ofrecer también propuestas concretas para su acogida e integración». En este sentido, las autoridades españolas saben que van a encontrar en la Iglesia «una voz crítica», pero también un socio «dispuesto a ayudar».
La mano tendida se dirige también «al resto de la sociedad civil», añade Pinilla. Hay varias propuestas dirigidas a «contactar con instancias culturales y religiosas» tanto a nivel nacional como diocesano. En muchos casos, son criterios que se vienen aplicando ya desde hace tiempo, pero que, por voluntad expresa del Papa, adquieren de algún modo un rango de oficialidad.
Toca ahora a cada diócesis adaptar estas propuestas a sus circunstancias y necesidades particulares. Pero «es importante que ahora tengamos un marco común para todos».
Lo que José Luis Pinilla tiene claro es que el Papa seguirá de cerca lo que pase en España. «He visto en él un conocimiento muy profundo de la realidad de las migraciones en nuestro país, y quiere que la Iglesia se implique a fondo, sobre todo donde las personas migrantes están más heridas».
Ricardo Benjumea
Medidas «eficaces y acreditadas»
Los materiales que se han preparado desde la sección de Migrantes y Refugiados, perteneciente al nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, están ya en poder de conferencias episcopales, Cáritas de todo el mundo y otras organizaciones católicas que trabajan con migrantes con el objetivo de ofrecer una respuesta integral y tangible desde la Iglesia al problema y necesidades de migrantes y refugiados. Son 20 medidas «eficaces y acreditadas» para dar respuesta a uno de los mayores retos mundiales en la actualidad. A continuación, algunas de las propuestas:
Acoger
– Pedir a los estados que prohíban cualquier forma de expulsión arbitraria y colectiva. Es necesario respetar el principio de no devolución.
– Exhortar a los estados y a otros actores a ampliar el número y las formas de vías jurídicas alternativas para una migración y reasentamiento seguro y voluntario: corredores humanitarios, visados por razones humanitarias…
-Animar a los estados a adoptar una perspectiva de seguirar ncional que otorgue prioridad a la seguridad de las personas y a los derechos de los migrantes.
Proteger
-Animar a los estados que tienen importantes flujos migratorios de trabajadores a adoptar políticas y prácticas que protejan a aquellos ciudadanos que deciden emigrar
-Reclamar que se adopten políticas nacionales que protejan contra la explotación, el trabajo forzoso o la trata de seres humanos.
-Concienciar de la necesidad de políticas nacionales que permitan a los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados valorizar sus capacidades y talentos.
-Exigir que se haga frente a la situación de vulnerabilidad de los menores no acompañados o separados de su familia. Y que se respete la Convención de los Derechos del Niño.
-Reclamar la adopción de medidas que favorezcan el acceso a la educación y a la protección social.
Promover
-Animar a los estados a adoptar normas, practicas y políticas que faciliten la integración: trabajo, acceso a clases de lengua y costumbres…
-Defender que se preserve la identidad de la familia, independientemente de su condición migratoria: reunificación.
-Pedir más ayudas para los estados que más acogen.
-Exhortar a los gobiernos a defender y garantizar la libertad religiosas de los migrantes y refugiados.
Integrar
-Reclamar leyes y disposiciones constitucionales que garanticen la ciudadanía a todas las personas nacidas en territorio nacional, así como el rápido acceso a la ciudadanía a todos los refugiados.
-Promover que los gobiernos adopten políticas y programas que ofrezcan una visión positiva de los migrantes y refugiados, y de la solidaridad con ellos.
-Animar a los estados a adoptar políticas y procedimientos que faciliten la reinserción en sus países a los que se acogen a programas de repatriación voluntaria.
F.O.
Alfa y Omega
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