lunes, 24 de julio de 2017

Parias de la tierra, uníos



Un millón de excluidos se unirán a la marcha a pie entre Delhi y Ginebra para exigir sus derechos. El organizador es hijo de un colaborador de Ghandi y admirador del Papa Francisco
«El Estado está entrenado para enfrentarse a la violencia, pero no sabe cómo hacerlo con la no violencia». Esta es una de las lecciones que Rajagopal Puthan Veetil (1948) aprendió de su padre, un colaborador de Ghandi, para aplicarla en su lucha por los derechos de los pobres y los excluidos.
El fundador del movimiento Ekta Parishad comenzó su historia de activismo político a principios de los años 70, cuando medió en un conflicto tribal con los dacoits en el estado de Madhya Pradesh. Esa experiencia le enseñó que «el cambio de corazón es posible». La Policía se prestaba a abrir fuego contra 562 insurrectos. Él pidió que le dejaran tiempo, y consiguió finalmente que los rebeldes depusieran pacíficamente las armas ante un retrato del Mahatma Ghandi.
Por aquellos años, otro discípulo de Ghandi se dedicó a caminar durante 14 años por toda la India pidiendo tierra a los terratenientes para dársela a quienes no tenían nada. «¡Consiguió 4,2 millones de acres [1,7 millones de hectáreas]! Eso no resolvía el problema de la falta de tierra en un país tan poblado como el mío, pero marcaba un camino que seguir», explica Rajagopal. «Ya hay en el mundo demasiada violencia. Nosotros no queremos matar al rico. Queremos cambiar su corazón y liberarlo de su ansia de acumular cosas que no le van a hacer feliz».
De ahí se inspiró también en la estrategia de las caminatas a pie. Desde 2007 el movimiento Ekta Parishad ha organizado multitudinarias marchas de excluidos. Aquel año participaron unas 25.000, procedentes de las comunidades más pobres de todo el país, movilizadas para reclamar sus derechos en Delhi, la capital. La cifra fue progresivamente en aumento, superándose en 2012 las 100.000 personas.
Jai Jagat 2020
El reto ahora es llevar la lucha a escala global, con la llamada Jai Jagat 2020, que aspira a movilizar a un millón de personas. Diversas organizaciones colaboran con Rajagopal desde varios países; en España, el partido Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIn).
«Hoy los problemas son globales», explicaba el activista durante una reciente visita a España para la firma del acuerdo con SAIn. «Y las instituciones mundiales, como el FMI, el Banco Mundial o la OCDE, son también responsables de un modelo de desarrollo que margina a millones de personas, destruye el planeta y genera más y más violencia». Pero también empieza a oírse hoy un discurso alternativo, añade, y cita en particular el liderazgo moral del Papa Francisco a nivel mundial.
Jai Jagat (que significa la victoria par todos) arrancará de Nueva Delhi el 2 de octubre de 2019, día en el que se cumplen 150 años del nacimiento de Ghandi. El primer gran escollo será lograr el permiso para entrar en Pakistán, secular enemigo de la India. En caso de no obtenerlo, hay un plan b para hacer ese trayecto en autobús. Y si ni siquiera eso concedieran las autoridades del país, activistas de la no violencia de Pakistán tomarían el testigo hasta la frontera con Afganistán, donde volverán a contemplarse esas mismas tres opciones en caso de dificultad.
Así, hasta Ginebra. La llegada está prevista para el 21 de septiembre de 2020, fecha en la que se conmemora el Día Internacional de la Paz. Por el camino, se irán uniendo activistas de todos los países recorridos. En Suiza, se organizarán diversas iniciativas que culminarán el 2 de octubre, Día Internacional de la No Violencia.
La idea, de algún modo, es «unir a los pobres de la tierra». «Cuando el poder económico se siente amenazado, sus lobbies se movilizan a nivel mundial. Nosotros también tenemos que hacerlo», añade.
«En India tenemos hoy los mismos problemas que Senegal o Kenia: una pequeña parte de la población se ha beneficiado de la globalización. La mayoría de la gente, sin embargo, ha quedado excluida», argumenta Rajagopal.
¿Pero tienen algo que ver estas luchas en el sur con los problemas actuales en los países más ricos? ¿Pueden trasladarse a Europa el mismo tipo de estrategias? «En vuestros países la gente está viendo hoy que el Estado ya no es capaz de garantizar el sistema de bienestar, y la está empezando a buscar otras estrategias, a unirse a los pobres del resto del mundo», responde el fundador de Ekta Parishad.
«Tenemos que gobernar entre todos la globalización», añade Rajagopal, no sin lanzar una seria advertencia hacia un exceso de fe en los poderes públicos. «La gente no debe esperar que el estado resuelva todas sus problemas, y esto hoy muchos europeos no lo entienden».
Para conseguir realmente un modelo de desarrollo más justo, es a su juicio esencial «superar el individualismo y reconstruir las comunidades. Esa es la única forma de revertir la desintegración de las sociedades: reconstruir las familias; fortalecer las iglesias, y no dejar que nos las sustituyan por supermercados y centros comerciales… El poder político sueña con convertirnos en esclavos a cambio de garantizarnos unos pocos derechos, pero no queremos eso. Eso no es democracia. Se ha perdido la capacidad de controlar el poder y necesitamos recuperarla».
R.B.
Alfa y Omega

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