sábado, 10 de junio de 2017

El Papa en Santa Marta: En los momentos de dolor, oración, la paciencia y la esperanza


 En los peores momentos, de tristeza y de dolor, incluso frente a los insultos, hay que elegir el camino de la oración, de la paciencia y de la esperanza en Dios, sin refugiarse en la vanidad.
Lo indicó el papa Francisco este viernes en la homilía de la misa en la residencia Santa Marta, pidiendo no dejarse engañar ante la “belleza disfrazada” de vanidad, sino dejar que entre en nuestro corazón esa “alegría que es de Dios”, agradeciendo al Señor la “salvación que nos concede”.
Partiendo de la lectura del Libro de Tobías, de una historia ‘normal’, de un suegro y una nuera; con Tobit, el padre de Tobías se vuelve ciego y Sara, la esposa de Tobías, que es acusada de ser responsable de la muerte de algunos hombres. Un pasaje del que se comprende cómo el Señor lleva adelante “la historia” y también la nuestra”.
Señaló que para ambos, en aquellos momentos “todo era negro”, al punto de pensar que era “mejor morir”. El Pontífice añade que todos nosotros hemos pasado por momentos graves, pero rezar es la actitud que nos salva.
Señaló “la paciencia, porque los dos son pacientes con su propio dolor. Y la esperanza de que Dios nos escuche y nos haga pasar estos momentos graves. En los momentos de tristeza, poca o tanta, en los momentos oscuros: oración, paciencia y esperanza. No hay que olvidar esto”.
Después también están los momentos bellos en su historia. Si bien el Papa pidió no se confunda con el “final feliz” de una novela.
“Después de la prueba, el Señor está cerca de ellos y los salva. También hay momentos bellos, auténticos, como éste, no como aquellos momentos con belleza maquillada, donde todo es artificioso, de fuegos artificiales, pero no es la belleza del alma. ¿Y qué hacen ambos en los momentos bellos? Dan gracias a Dios, dilatan el corazón en la oración de agradecimiento”.
El sucesor de Pedro invitó así a preguntarnos, si en las diversas vicisitudes de nuestra vida somos capaces de discernir lo que sucede en nuestra alma, comprendiendo que los momentos graves son “la cruz” y que es necesario “rezar, tener paciencia y tener, al menos, un poquito de esperanza”.
Al concluir la homilía el Papa invitó este fin de semana, a leer esa parte de la Biblia pidiendo “la gracia de saber discernir qué cosa sucede en los momentos graves de nuestra vida, cómo ir adelante, y qué sucede en los momentos bellos, sin dejarse engañar por la vanidad”.
ZENIT

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