Al concluir su primera jornada en El Cairo, el Papa Francisco fue recibido en la Nunciatura por un grupo de niños de la Escuela Comboniana. Y, después de cenar, saludó a unos 300 jóvenes que habían llegado en peregrinación, desde el Norte y el Sur del país.
«¡Francisco te queremos!», fue el saludo que gritaron con gran alegría los jóvenes peregrinos cuando el Santo Padre se asomó y les dirigió unas palabras de aliento y cariño, invitando a rezar por las personas que se aman y por las que no se aman, para luego darles su bendición:
«¡Buenas noches a todos ustedes! ¡Me alegra estar con ustedes! Sé que vinieron en peregrinación ¿es verdad? Si es verdad ¡es porque son valientes! Mañana tendremos la Misa en el estadio, todos juntos, ¡rezaremos juntos, cantaremos juntos y festejaremos juntos!
Antes de retirarme, quisiera rezar con ustedes. Recemos juntos el Padre Nuestro (rezo en árabe)
Y ahora les quiero dar la bendición, pero antes cada uno de ustedes piense en las personas que quieren más, en las que más cariño le tienen; piense también en las personas que no quiere y, en silencio, cada uno rece por estas personas: por aquellas que quieren más y por las que no quieren.
Y yo les doy la bendición a ustedes y a esas personas
(Bendición)
¡Que viva Egipto!
(CdM – RV)
(from Vatican Radio)
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