Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España e imán de la Mezquita Central de Madrid, aboga por promover «foros de diálogo y convivencia interreligiosa» donde los creyentes de diversas confesiones puedan «conocerse mejor y sin prejuicios»
El Papa visita El Cairo, epicentro en los últimos meses de importantes avances en el diálogo interreligioso, por ejemplo con la firma de la Declaración de convivencia recíproca islámico-cristiana. ¿Qué importancia cree usted que tienen estos pasos?
Junto a la Declaración de Marrakech de 2016 constituyen la reafirmación de los principios islámicos correctos de ciudadanía inclusiva en una sociedad con mayorías y minorías religiosas que deben convivir en el respeto y en la ayuda recíproca, de modo que en un grupo humano de mayoría musulmana se defienda a la minoría cristiana, porque son nuestros vecinos, conciudadanos e incluso nuestra familia. Las instituciones religiosas marcan este camino como referente que da el ejemplo que seguir.
¿Qué reacción le provoca la violencia en nombre de la religión?
Es una tremenda usurpación de la religión que molesta a los creyentes y esconde otros intereses. Como español nacido en Damasco, mi cotidianeidad ha sido desde pequeño jugar, estudiar y vivir juntos cristianos, judíos y musulmanes, sin tener que hablar de tolerancia, porque ya la vivíamos de forma natural. El pretexto religioso en la propaganda de grupos armados se evidencia artificial.
¿Qué idea de laicidad se ajusta a las enseñanzas del islam?
El concepto de aconfesionalidad estatal de nuestro marco jurídico es óptimo para la neutralidad y el desarrollo de la vida de todos los ciudadanos. Política y religión se deben respetar y cooperar, como dice la Constitución.
¿Cómo ve usted la presencia de la asignatura de Religión en la escuela?
Existiendo el peligro para nuestros jóvenes de sectas nocivas y bandas armadas, es necesaria una buena formación religiosa para los creyentes, y humanista para el resto. Actualmente actúan violentamente en varios países grupos armados de budistas, cristianos, judíos, musulmanes, ateos, etc. Debemos ser realistas, también los laicos, y cooperar para que desde la escuela tengan los hombres y mujeres del mañana una base robusta para rechazar aberraciones teológicas y tendencias violentas.
¿Qué aporta una buena formación religiosa en la escuela?
Aporta una guía moral, ética y religiosa, tendente al bien común solidario, y en el campo doctrinal aporta un sólido antídoto contra los extremismos violentos.
Usted es vicepresidente del Consejo Musulmán de Cooperación en Europa. ¿Le preocupa el auge del populismo islamófobo en Europa?
Con sentido de Estado, para tener paz social se debe tratar por igual a todos los ciudadanos y contrarrestar los eslóganes excluyentes contra las minorías. Los discursos de enfrentamiento deben ser contrarrestados con información veraz.
Muchos musulmanes dicen que están discriminados en su día a día en España. ¿Cuáles son sus problemas?
Aunque la situación no es igual por toda la geografía española, la discriminación comienza en los colegios, cuando ven que ellos no tienen clases de religión y sus compañeros sí; en los institutos, cuando una joven siente el rechazo hiriente a su pañuelo. Y sigue después cuando quiere incorporarse a la vida laboral y es descartada entrevista tras entrevista de trabajo. Cuando llega el momento de enterrar a un abuelo o a un padre, te encuentras con que los cuerpos de tus seres queridos son rechazados en el cementerio municipal con altanería. A todo esto se añaden los comentarios despectivos a la religión musulmana en el trabajo, en el barrio… O las paradas policiales fuera de protocolo.
¿Qué soluciones propone?
Campañas didácticas e igualdad de trato. No sirve enseñar en los centros educativos la tolerancia si luego el centro es intolerante. Los niños y jóvenes captan la hipocresía social rápidamente, por lo que la inspección educativa debe estar atenta.
Buena parte de la comunidad musulmana en España es inmigrante, pero sus hijos ya no lo son. ¿Empieza una nueva fase en la presencia de esta religión?
Empezó hace tiempo. Ya hay nietos y bisnietos de personas que en su día adoptaron la nacionalidad española. Ha habido diversos periodos con más o menos inmigración, pero lo importante es comprender que los musulmanes somos ciudadanos españoles acompañados por musulmanes inmigrantes, todos con derechos y deberes, esperando una igualdad de trato y de oportunidades, sin agravios comparativos.
¿Se puede hablar entonces de un islam europeo o español?
El islam, como el cristianismo, es universal, y en cada comunidad se reviste de características culturales propias. El islam encaja perfectamente en el orden constitucional y legal español y europeo.
Hablaba usted recientemente en un acto con el cardenal Osoro de la necesidad de un diálogo interreligioso más a pie de calle, no solo por parte de los líderes religiosos ¿Alguna propuesta en este sentido?
Es necesario que desde las instituciones religiosas, parroquias y mezquitas, interesemos a los ciudadanos creyentes en acercarse a foros de diálogo y de convivencia interreligiosa donde poder conocerse mejor y sin prejuicios. Tenemos que proporcionar los espacios y los eventos, y luego interesar e implicar a los vecinos de toda convicción religiosa, o incluso humanista.
Ricardo Benjume
Alfa y Omega
No hay comentarios:
Publicar un comentario