Ojalá pudiera escuchar las confesiones de otras personas.
No te preocupes, no voy a poner escuchas en los confesionarios del
convento. Simplemente creo que podría aprender algo escuchando cómo se
enfrentan los demás a la confesión.
Hace varios años ya que tomo parte en el sacramento de la Penitencia,
pero aún tengo la impresión de no saber exactamente qué estoy haciendo. A
veces salgo del confesionario con dudas: “¿Lo he hecho bien? ¿Debería haber
sido más específica? ¿He sido suficientemente sincera?”.
El otro día, al salir de confesarme, pensé: “¡Ya sé! Voy a pedir consejo a
los hombres que sí se dedican a escuchar las confesiones de la
gente”.
Ojalá pudiera escuchar las confesiones de otras personas.
No te preocupes, no voy a poner escuchas en los confesionarios del
convento. Simplemente creo que podría aprender algo escuchando cómo se
enfrentan los demás a la confesión.Hace varios años ya que tomo parte en el sacramento de la Penitencia, pero aún tengo la impresión de no
saber exactamente qué estoy haciendo. A veces salgo del confesionario
con dudas: “¿Lo he hecho bien? ¿Debería haber sido más específica? ¿He sido
suficientemente sincera?”.
El otro día, al salir de confesarme, pensé: “¡Ya sé! Voy a pedir consejo a
los hombres que sí se dedican a escuchar las confesiones de la
gente”.
Y esto es lo que me dijeron:
1.
Padre Bryan Brooks, Tulsa, Oklahoma:
Al hacer un examen de conciencia nos enfrentamos con nuestros pecados, pero
cuando vamos a confesión, nos enfrentamos al amor, la misericordia y el perdón
de Dios.
2.
Padre Sean Donovan, Pawhuska, Oklahoma:
Después de contar cuánto hace más o menos de tu última confesión, háblale
al cura brevemente de ti mismo (¿Estás soltero, tienes pareja, casado por
segunda vez, eres una hermana religiosa?). Conocer tu situación nos
ayuda a aconsejarte mejor.
3.
Padre Gabriel Mosher, OP, Portland, Oregón:
Los pecados son malas elecciones, no emociones desagradables; así que
confiesa tus pecados, no tus estados emocionales.
4.
Padre Damian Ference, Wickliffe, Ohio:
Los pecados cometidos son una ofensa a Dios, pero los pecados
confesados son un cántico a Dios. Así que, cuando confiesas tus pecados a un
sacerdote en el sacramento de la Reconciliación, debes saber que también estás
cantando una alabanza a Dios por su gran misericordia.
5.
Padre Matthew Gossett, Steubenville, Ohio:
¡La confesión frecuente es edificante para tu sacerdote y buena para tu
alma! Los pecados, en especial los habituales o arraigados, requieren paciencia
y perseverancia. Nunca te rindas, no importa cuántas veces hayas cometido el
mismo pecado (…). La confesión es un sacramento de curación y, como con las
heridas físicas, las heridas espirituales pueden necesitar algún tiempo para
sanar por completo.
6.
Padre James Martin, SJ, Ciudad de Nueva York, Nueva York:
La confesión no trata tanto de lo malo que eres sino de lo bueno que es
Dios.
7. Padre Anthony
Gerber, Cottleville, Misuri:
El sacerdote es como un médico: cuando vas al médico, le dices qué es lo
que te ha estado doliendo con más o menos detalle, para que sepa cómo tratarte
de la mejor forma. Y recuerda: ya ha visto a muchos pacientes con los mismos
síntomas. ¡Confía en él, escucha su consejo y mejorarás pronto!
8.
Padre Joshua
Whitfield, Dallas, Texas:
Dios obra mejor con una confesión sencilla y humilde de los pecados. Dios
no necesita una novela. Ya la ha leído. El orgullo y la impenitencia a veces se
esconden bajo nuestra verborrea. Hablen con sencillez y claridad,
mencionando sus pecados: es como despojarse camino de la Cruz, para la
muerte de nuestros pecados y la resurrección del perdón.
9.
Padre Jeffrey Mickler, SSP, Youngstown, Ohio:
Habla sin miedo, no te preocupes por nada. El amor de Dios es más fuerte
que nuestros pecados.
10.
Padre Matthew
Schneider, LC, Washington DC:
Para muchas personas, la mayor mejoría en la confesión sería cambiar la
percepción de que es una lista obligatoria y abstracta de pecados, en vez de
considerarlo una renovación de la relación con Dios.
¡Y un extra!
11. Padre Mark
Menegatti, O.S.A.:
La confesión no es sólo una eliminación del pecado, es un encuentro con
Cristo.
¿Te han resultado útiles estos consejos?
El consejo número 3 me hizo replantearme mi forma de hacer el examen de
conciencia y me di cuenta de que probablemente debería ser más
específica a la hora de enumerar mis pecados (no porque le haga falta a Dios,
sino porque me ayudaría a mí). Y todos estos consejos han renovado mi amor
hacia el sacramento de la Penitencia y hacia todos los sacerdotes que entregan
sus vidas para servir a Dios y a su pueblo.
Si algún otro consejo les pareció especialmente útil, ¡no duden en
compartir sus impresiones con los demás lectores en los comentarios!
Aleteia
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