Desde
pequeñita fue alegre, devota y trabajadora. Sus problemas de salud le
impidieron entrar en las Carmelitas Descalzas y las Hijas de la Caridad. Pasado
el tiempo, y tras una profunda maduración espiritual fundamentada en la
oración, fundó el Instituto de Hermanas de la Compañía de la Cruz, que se
caracterizaban por el servicio a los pobres, «haciéndose pobre con el pobre
para llevarlo a Cristo». Murió en 1932 y fue canonizada en 2003 en Madrid por
san Juan Pablo II
Santa
Ángela de la Cruz, más conocida como sor Ángela de la Cruz, nació en Sevilla en
1846. De pequeña era una niña alegre, devota y trabajadora. A los 13 años se
tuvo que poner a trabajar y entró en un taller de zapatería. Tres años después,
sor Ángela conoce al padre José Torres, un apoyo para su vida espiritual que le
anima a madurar en su fe.
Tras
un proceso de maduración espiritual, Ángela decide hacerse religiosa pero las
Carmelitas Descalzas y las Hijas de la Caridad la rechazan por motivos de
salud, así que, a pesar de no poder entrar como monja, Ángela continúa su vida
de oración. Es estando en recogimiento, cuando ve una cruz vacía frente a la
Cruz de Cristo crucificado, y recibe la inspiración de inmolarse junto a Jesús
para la salvación de las almas. Esta inspiración presidirá toda su vida y la de
sus hijas en la orden que iba a fundar.
Tras
el suceso el padre José le manda escribir un diario espiritual. En él fue
detallando su estilo de vida, que sería después el de sus hijas, cuando, en
1875, Ángela funde el Instituto de Hermanas de la Compañía de la Cruz,
caracterizado por el servicio a los pobres «haciéndose pobre con el pobre para
llevarlo a Cristo».
Las
vocaciones crecen rápidamente así como las personas a las que tienen que
atender. Pobres y ricos, todos estiman a las Hermanas de la Compañía de la
Cruz. Son años de muchas fundaciones para Ángela, que morirá el 2 de marzo de
1932 a los 86 años de edad.
Fue
beatificada en 1982 y canonizada por san Juan Pablo II el 4 de mayo de 2003 en
la madrileña plaza de Colón.
José Calderero @jcalderero
Alfa y Omega
No hay comentarios:
Publicar un comentario