El nuevo prepósito general de la Compañía de Jesús, el padre Arturo Sosa Abascal, tuvo este martes un primer encuentro con la prensa, en la curia de la Compañía de Jesús, ubicada a pocos pasos del Vaticano. Participaron en la misma el padre Federico Lombardi, nombrado asistente ad Providentiam y Consejero general y el padre Patrick Mulemi, SJ, director de la Oficina de Comunicaciones y portavoz de la Curia General.
El padre Sosa señaló la gran amistad que tiene desde hace años con el papa Francisco y añadió que logra comunicarse fácilmente con él y en profundidad.
Señaló además que la 36 Congregación General la cual se está desarrollando bajo el lema “Remando Mar adentro”, proseguirá para elegir el órgano de gobierno que ayudará al prepósito en su misión.
El nuevo propósito general no señaló el programa de gobierno porque “el trabajo inicia hoy, las etapas serán establecidas en un futuro próximo, así como el equipo de gobierno y los asistentes”. Una cosa es segura: “no se pone en discusión el sentido de nuestra misión, el servicio de la fe y la promoción de la justicia, teniendo presente la diversidad cultural y la importancia del diálogo”.
Entre los objetivos prioritarios figura el servicio a la fe y la formación intelectual, así como contribuir a la reconciliación en tantas áreas del mundo en donde existe división. Y esto es uno de los desafíos que debe enfrentar la Compañía de Jesús, dijo.
Añadió que esperan poder contribuir “al menos con un pequeño esfuerzo a la reconciliación entre los hombres, que al mismo tiempo es reconciliación con Dios y con el Creado”.
Respondiendo sobre su país, Venezuela, el padre Sosa señaló la voluntad de su pueblo de vivir en paz, sin más violencia. Y consideró que la gestión monopolista del petróleo por parte del Estado es un obstáculo a un desarrollo pleno de la democracia.
En otras de las preguntas el padre Sosa respondió que se encuentra sereno en el nuevo encargo, que siente la ayuda de sus hermanos y especialmente del Señor, porque “La Compañía de Jesús es Suya” y por lo tanto “no nos faltará su ayuda”.
Sobre la expresión ‘el papa negro’, señaló que no le gusta, porque justamente ellos están llamados a servir al Santo Padre y a los obispos.
Señaló también que los prepósitos generales lo son por toda la vida, aunque pueden renunciar como lo hicieron los tres últimos cuando se sintieron sin fuerzas. Añadió que para ellos es importante seguir la exhortación del papa Francisco, de ser ‘una Iglesia en salida’. Al concluir el nuevo prepósito señaló la importancia de la comunicación en la evangelización.
La Congregación inició el 2 de octubre, participan 212 religiosos en representación de los jesuitas provenientes de los cinco continentes y además de elegir al nuevo prepósito general, se encuentra en una nueva fase.
ZENIT
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