martes, 9 de agosto de 2016

El cardenal Ouellet suaviza su oposición a la comunión para los divorciados vueltos a casar


 El cardenal Marc Ouellet -actual Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina- ha dado un fuerte respaldo a la exhortación apostólica sobre el amor en la familia Amoris laetitia, sosteniendo que "lo esencial es que intentemos entender el deseo del Santo Padre", expresado en este documento, "de proporcionar la reconciliación verdadera y sustancial de tantas familias en situaciones confusas y difíciles".
Hablando la semana pasada en una convención del grupo católico conservador de los Caballeros de Colón en Toronto (Canadá), el cardenal Ouellet -que reeditó, en vísperas del Sínodo sobre la familia en 2015, un libro suyo crítico con la posibilidad de que los católicos divorciados y vueltos a casar pudieran recibir la eucaristía- dijo que "las controversias respecto a Amoris laetitia son entendibles, pero con toda confianza, y al fin y al cabo, creo que podrían resultar hasta fructíferas".
Un mes antes del comienzo del Sínodo sobre la familia en octubre 2015, el cardenal Ouellet publicó una nueva versión, en inglés, de su volumen Mistero e sacramento dell'amore, teología del matrimonio e della familia per la nuova evangelizzazione, en el que sostenía -sobre la cuestión de una posible relajación de la disciplina sacramental- que "no se trata de ser más o menos "misericordiosos" con respecto a personas en situaciones irregulares, sino de tomar en serio la verdad de los sacramentos".
Ya que, opinaba el cardenal en su libro, "aquellos que se han divorciado y vuelto a casar están en una situación que contradice de forma objetiva el enlace eclesial indisoluble que expresaron solemnemente ante la comunidad" y, por lo tanto, deben buscar "otras maneras de expresar su fe y pertenencia a la comunidad" que no pasen por comulgar.
Amén de sus opiniones en el tomo Misterio y sacramento del amor, el cardenal Ouellet expresó en su discurso a los Caballeros de Colón su agradecimiento al Papa Francisco por el nuevo paradigma de "discernimiento cuidadoso y abierto de miras" que Amoris laetitia plantea.
Aunque el purpurado afirmó que en exhortación apostólica "no se propone ningún cambio de doctrina", a la vez reconoció que lo que sí pone de manifiesto es "un nuevo enfoque pastoral: más paciente y respetuoso, más dialogante y misericordioso". En el escrito papal, en opinión de Ouellet, "se nos pide a los sacerdotes y obispos que cuidemos, acompañemos y ayudemos a las personas a crecer espiritualmente incluso en situaciones irregulares objetivas".
En su discurso en Toronto, el cardenal Ouellet no se limitó, sin embargo, a celebrar solo la exhortación apostólica del Papa Francisco, la cual, para él, "es un documento que merece la pena leer y releer". También dio voz a la profunda admiración que siente por la figura del actual pontífice, al que calificó como "impredecible, como el Espíritu Santo".
"Cuando veo al Santo Padre rezando", dijo en Toronto el Prefecto de la Congregación de los Obispos, "entiendo el impacto que tiene en la gente, porque su caridad concreta fluye de una profunda familiaridad con el Espírtu". Y es esa caridad, según el cardenal Ouellet, la que se ha erigido como piedra de toque tanto en Amoris laetitia como en el resto del ministerio de Francisco. "Nuestro Santo Padre nos enseña que la caridad va más allá de estar a favor de la gente. También hemos de estar con la gente, allá donde nosotros también somos transformados en ese encuentro", declaró el purpurado.
Cameron Doody

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