lunes, 11 de julio de 2016

EL QUE PIERDA SU VIDA POR MÍ, LA ENCONTRARÁ



Evangelio según San Mateo 10,34-42.11,1. 

Jesús dijo a sus apóstoles: 

"No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. 

Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa. 

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. 

El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. 

El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió. 

El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, tendrá la recompensa de un justo. 

Les aseguro que cualquiera que dé de beber, aunque sólo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa". 

Cuando Jesús terminó de dar estas instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí, para enseñar y predicar en las ciudades de la región. 

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