martes, 21 de junio de 2016

Compartiendo vida. Construir murallas.



Hay murallas que surgen en nuestra vida sin apenas darnos cuenta, son murallas que con frecuencia construimos nosotros mismos, en otras ocasiones las construyen los otros impidiéndonos atravesarlas para  llegar a ellos.

Construyo murallas dentro de mí cuando me cierro en mi mismo debilitando todas las posibilidades que Dios me concede para darme a los otros con gratuidad.

Construyo murallas cuando impido a los demás pasar la frontera de lo que simplemente ven sin dejarles pisar, aunque sea un poco, algo de mi tierra sagrada.

Construyo murallas cuando no dejo a nadie adentrarse en "mi terreno", dificultando con esto un conocimiento mayor de lo que soy y vivo.

Las murallas nunca unen, por el contrario, dividen y separan.

No construyamos una muralla dentro de nosotros mismos, no demos paso al rencor, al aislamiento ni a la soledad.

Abramos nuestras puertas al amor, a la compañía, a la amistad y al darnos a conocer.

Solo desde el conocimiento personal, desde el deseo de caminar por espacios abiertos, podremos vencer y destruir esas murallas que nos impiden llegar a los otros y... que los otros lleguen a nuestra vida.

Encar_AM

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