viernes, 27 de mayo de 2016

El Papa invita a los católicos alemanes a recuperar la armonía con lo creado y con el Creador

A la ‘Katholikentag’ recuerda que lo importante en la vida no es hacer o tener éxito, sino discernir y ayudar al prójimo
El papa Francisco envió un videomensaje para la Jornada de los católicos alemanes, que se ha realizado este miércoles en la ciudad de Leipzig. La Katholikentag se reúne cada dos años y tiene como tema de esta edición, la número cien, “He aquí el hombre”.
El Santo Padre constató que en este evento ellos “quieren mostrar a los hombres y mujeres de Leipzig y de toda Alemania, que viven la alegría del Evangelio”. Y que “tienen buenas relaciones con los cristianos de otras confesiones y dan un auténtico testimonio de Cristo al empeñarse concretamente con los más débiles y necesitados”.
“He aquí el hombre”, un lema “que muestra de manera muy linda lo que cuenta en la vida. No es el hacer, no el éxito exterior, sino la capacidad de detenerse, de dirigir la mirada, de estar atentos hacia el otro y de ofrecerle lo que verdaderamente le falta”.
Por ello les invitó para tener una buena convivencia y paz, a construir la paz interior en el corazón. “Muchas personas viven en un apuro constante. Así tienden a arrollar todo lo que tienen a su alrededor. Esto afecta también el modo con el que se trata el ambiente”. Por ello es necesario, aseguró “concederse más tiempo para recuperar la serena armonía con el mundo, con lo creado, pero también con el Creador”. Por ello invito: “Busquemos en la contemplación, en la oración, alcanzar siempre más familiaridad con Dios”, y a dejarse tocar por la misericordia de Dios, también con una buena confesión.
El Santo Padre señaló que muchas veces encontramos en la sociedad al hombre maltratado, en la vejez, en la enfermedad, en el morir enseguida, privado de la propia dignidad, porque no tiene trabajo o porque son refugiados y “vemos aquí a Jesús que sufre y es martirizado”.
Por ello invitó a los participantes de la Katholikentag, a compartir ideas sobre cómo llevar la buena noticia de Cristo a los hombres. “Imploramos –concluyó el Papa antes darles la bendición– al Consolador Divino, al Espíritu Santo, para que nos de el coraje y la fuerza para ser testimonios de aquella esperanza, que Dios da a toda la humanidad”.

 (ZENIT – Roma)

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