"Las políticas de la UE no se están mostrando a la altura de su
obligación legal y moral"
"Deben ser tratados como hermanos, respetando siempre su dignidad
humana"
Los obispos de
las Diócesis catalanas de Tarragona, Barcelona, Urgell, Sant Feliu, Terrassa,
Vic, Tortosa, Lleida, Girona y Solsona han firmado conjuntamente un comunicado
en el que expresan su solidaridad con los refugiados huidos
de Oriente Medios, Asia y África y lamentan las políticas que se están llevando
a cabo en Europa que "no se están mostrando a la altura de su obligación legal y moral de proteger y acoger a todos los
refugiados".
Los obispos de Cataluña queremos expresar nuestra
solidaridad con los millones de personas que han tenido que huir de
diferentes países de Oriente Medio, Asia y África a
consecuencia de los terribles conflictos armados y de las persecuciones.
También con los millones de personas que en el mundo se ven obligadas a emigrar
a causa de la pobreza.
En sus desplazamientos, los refugiados y emigrantes sufren a menudo situaciones
extremadamente precarias, abusos por parte de organizaciones que
trafican con las personas y, a veces, también rechazo social y trato inadecuado
por parte de algunas autoridades. No podemos olvidar que son miles, muchos de
ellos niños, los que han perdido trágicamente su
vida cruzando el Mediterráneo para llegar a Europa. Por todo
ello, los obispos imploramos a Dios con esperanza, para que todos los emigrantes y refugiados sean protegidos y
tratados de acuerdo con la dignidad que merece toda persona.
Desgraciadamente, nos duele profundamente constatar
que algunas políticas desarrolladas por los gobiernos de Europa y
la actitud de una parte de las poblaciones europeas no se están mostrando a la
altura de su obligación legal y moral de proteger y acoger a todos los
refugiados, lo que provoca aún mayores sufrimientos.
Con todo, son de alabar y agradecer los
gestos y esfuerzos de solidaridad de buena parte de
la ciudadanía y de organizaciones no gubernamentales
que se han multiplicado en todas partes. También en Cataluña hemos visto que
son muchas las personas y organizaciones que se han movilizado en iniciativas
de salvamento, asistencia humanitaria y sensibilización social. Las
instituciones públicas y entidades sociales se han preparado para la acogida e
integración de refugiados en nuestro país.
Los obispos apoyamos y alentamos todas estas acciones. Nuestras diócesis, a través de Cáritas y otras
entidades católicas, han ofrecido desde el primer momento diversos
equipamientos y recursos para la acogida y, de hecho, hace tiempo que atienden
a refugiados y ayudan a sensibilizar la opinión pública.
Los cristianos no tenemos que cansarnos de insistir
que los refugiados y los emigrantes deben ser tratados como hermanos,
respetando siempre su dignidad humana. Debemos hacer nuestro su
sufrimiento y superar la tentación de la indiferencia. Es el deseo, tantas veces
expresado, de ver una Europa unida y cohesionada, compartiendo los valores
democráticos que definen su identidad. El Papa Francisco ha mostrado
reiteradamente su preocupación por esta problemática, con múltiples gestos y
palabras de denuncia y de solidaridad.
Por todo ello, los obispos
de Cataluña queremos hacer un llamamiento a la sociedad catalana a continuar
movilizándose y a trabajar en favor de la acogida e integración de los
refugiados y también de todos aquellos que, por razones económicas u otras
dificultades, llegan a nuestro país con el deseo de poder emprender una vida
mejor. Y ofrecemos de nuevo la máxima colaboración de la Iglesia para hacerlo
posible.
Asimismo, invitamos a la ciudadanía y a
las instituciones a incidir sobre la Comunidad internacional para
que se garantice la acogida y protección de la vida y los derechos humanos de
todos los emigrantes y refugiados. Es necesario y urgente que se afronten
seriamente las causas de esta dura realidad, poniendo fin a los graves
conflictos armados, a la inseguridad y la pobreza que provocan la salida de
millones de personas de sus países de origen.
Por último, nos queremos dirigir a las comunidades
cristianas, pidiendo que intensifiquen la oración y los
esfuerzos concretos de solidaridad y hospitalidad ante todos los
inmigrantes y refugiados que llegan a nuestro país. El Papa Francisco, en este
Año Santo de la Misericordia, nos invita a «despertar nuestra conciencia,
muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y entrar todavía más en el
corazón del Evangelio» (MV 15).
Tarragona, 31 de marzo de
2016.
Jesús Bastante
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