Francisco pedalea
con el pelotón de obispos sinodales y cita textualmente las propuestas
mayoritarias de un consenso de compromiso expresado ambiguamente.
Pero Francisco se escapa
del pelotón y acelera con las afirmaciones escuetas que añade de su propia pluma.
(Lo comprobamos comparando La alegría del amor 296-300 con Relatio Synodi 2014,
25 y 52 y Relacion final 2015, 84-86 ).
Como vimos en el post
anterior, Francisco opta por "acompañar, discernir e integrar", es
decir, pedalear hacia la meta acelerando por la "cuarta vía" (ni
inmovilismo, ni revolución, ni "tercera vía" de compromiso ambiguo,
sino "cuarta vía": "acompañar a las personas
en la toma de decisiones responsables en situación").
La frase siguiente del
Sínodo, que Francisco hace suya, es un ejemplo de ambiguedad, de tercera vía,
tímidamente abierta a un paso adelante:
"Acerca del modo de
tratar las diversas situaciones llamadas ‘irregulares', los Padres sinodales
alcanzaron un consenso general, que sostengo; ‘Respecto a un enfoque pastoral
dirigido a las personas que han contraído matrimonio civil, que son divorciadas
y vueltas a casar, o que simplemente conviven, compete a la Iglesia revelarles
la divina pedagogía de la gracia en sus vidas y ayudarles a alcanzar la
plenitud del designio que Dios tiene para ellas', siempre posible con la fuerza
del Espíritu" (Amoris laetitia n.297, citando Relatio Synodi 2014, n. 25). Esta frase podría contentar a los partidarios de la norma estricta.
Pero Francisco, a
continuación, se separa del pelotón, aclarando:
"Si se tiene en cuenta la diversidad de situaciones concretas, puede
comprenderse que no debía esperarse del Sínodo o de esta Exhortación una nueva
normativa general de tipo canónico, aplicable a todos los casos. Sólo cabe un
nuevo aliento a un responsable discernimiento personal y pastoral..."
(Amoris laetitia, n.300).
Y por si acaso los más
estrictos intentan limitar el reconocimiento por la iglesia de estas
situaciones,condicionándolo (como apuntaba Juan Pablo II) a "convivir como
hermanos", Francisco lleva mucho cuidado de contrastar esta opinión con la
del Concilio Vaticano II, que decía: "Cuando la intinidad
conyugal queda interrumpida, puede correr reisgos la fidelidad y quedar
comprometido el bien de los hijos..." Gaudium et Spes.
N.51 vs. Familiaris consortio,n. 84) ,
En la Relación final del
Sínodo 2014 se ponían de manifiesto la primera vía (minoría retrógada) y la
tercera vía (el pelotón moderadamente avanzado) antes citadas, pero en la
exhortación de Francisco se da un paso más hacia la cuarta.
Decían los sinodales de la
"tercera vía": "Algunos propusieron una acogida no generalizada
a la mesa eucarística, en algunas situaciones particulares y con condiciones
bien precisas... el eventual acceso a los sacramentos debería ir precedido de
un camino penitencial bajo la responsabilidad del
Obispo diocesano" (Relación final del Sínodo 2014, n. 52).
Pero Francisco opta por un discernimiento personal y pastoral, que es
distinto de un proceso jurídico o administrativo. La
"conversación con el sacerdote, en el fuero interno" no debe
considerarse como si fuera acudir a una ventanilla burocrática de la
administración eclesiástica para obtener un permiso, o a un tribunal que
sancione con habilidad canonista sentencias justificadoras.
No se trata de utilizar el
discernimiento, dice Francisco, "con la idea de que algún sacerdote puede
conceder rápidamente excepciones, o de que existen personas que pueden obtener
privilegios sacramentales a cambio de favores".
En vez de juridificar o
burocratizar los sacramentos, redescubrir el papel de la
conciencia personal y el acompañamiento eclesial. Se trata "de
un itinerario de acompañamiento y de discernimiento", no de un trámite
administrativo o un proceso judicial, ni mucho menos de un debate
cuasi-parlamentario en Conferencias de Obispos...
Por eso, podemos decir que
la clave de la reforma de Francisco está en este capítulo octavo sobre
"acompañar, discernir e integrar la fragilidad". Si Pascal y los jansenistas levantasen la cabeza... no extrañaría
que atacasen a Francisco... (Continuará)
(Juan Masiá sj).-
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