"La tercera tentación, la peor: la del orgullo. Ponerse en un plano de
superioridad"
"Con el demonio no se dialoga, no se puede dialogar, porque nos va a
ganar siempre"
Una vez visitada a la Virgen y saldados sus
compromisos con obispos y políticos del DF, el Papa
Francisco se va a las periferias de Ecatepec, para dedicarse a
los suyos: los descartados. Y, ante ellos, denuncia que es "pan
amargo" el de la riqueza que s eacumula "a base del suro del otro o
de su propia vida". E invita a no caer en las tentaciones de la riqueza,
de la vanidad y del orgullo. Y a no dialogar con el Maligno, "porque nos
va a ganar siempre".
Tras un recorrido de decenas de kilómetros en
papamóvil, el Papa se acerca a Ecatepec. Las calles están repletas
de gente a ambos lados. A su paso le cantan: "Se ve, se siente, el Papa
está presente". Y "ésta es la juventud del Papa".
En la enorme explanada de 'El Caracol', le esperan
unas 400.000 personas. A la entrada el papamóvil
recorre varios kilómetros sobre una alfombra de flores. Mientras, por
megafonía, se suceden los 'vivas' al Papa.
Impresiona el rugir de la muchedumbre, mientras Francisco no se cansa de saludar. Es la apoteosis del
líder de los pobres, del Papa de los miserables.
El escenario es como una enorme tienda semicircular,
decorada con motivos indígenas.El altar sencillo,
presidido por una enorme cruz en su interior. Y comienza la eucaristía con un
solemne 'Pueblo de Reyes'. Mientras salen los cardenales y los obispos al altar
y miran. con gesto de sorpresa a la inmensa multitud congregada. Hasta el
propio Guido Marini, acostumbrado a acompañar a Benedicto y a Francisco en
eucaristías multitudinarias, pone caro de cierta sorpresa.
El coro, multitudinario y la orquesta, también. Y
suenan magníficamente en la enorme explanada, en medio del silencio y del recogimiento de la gente que, de pronto, ha cesado
sus gritos y vivas, para entrar en la oración y en la celebración de la
eucaristía.
La primera lectura del
libro del Deuteronomio: "Mi padre feu un arameo errante..." El
Evangelio del pasaje de las tentaciones de Jesús en el desierto.
(José M. Vidal).-
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