Sal 102, 1-2. 3-4. 8 y 10
Bendice, alma mía, al Señor.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
Bendice, alma mía, al Señor.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
Bendice, alma mía, al Señor.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no nos trata como merecen nuestro pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
lento a la ira y rico en clemencia;
no nos trata como merecen nuestro pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Bendice, alma mía, al Señor.
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