Del Salmo 1:
El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la Ley del Señor,
y medita la Ley día y noche.
El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la Ley del Señor,
y medita la Ley día y noche.
El que te sigue, Señor,
tendrá la luz de la vida
Será como un árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
El que te sigue, Señor,
tendrá la luz de la vida
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
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