Ciudad del Vaticano, 2 de diciembre de
2015 (Vis).-La revista italiana ''Credere'' publica hoy una entrevista con el
Papa Francisco poco antes del inicio del Jubileo de la Misericordia, en la que
explica los motivos y las expectativas de esa convocatoria, así como su
experiencia personal de la misericordia divina. Siguen amplios extractos de la
entrevista.
''El tema de la misericordia – dice
Francisco - se acentúa fuertemente en la Iglesia a partir de Pablo VI. Juan
Pablo II lo subrayó con la Dives in Misericordia, la canonización de Santa
Faustina Kowalska y la institución de la fiesta de la Divina Misericordia en la
Octava de Pascua. En esta línea,he sentido que hay como un deseo del Señor de
mostrar a los hombres su misericordia. Por tanto, no se me ocurrió a mí, he
seguido una tradición renovada recientemente, aunque siempre existida.... Es
obvio que el mundo de hoy necesita la misericordia, necesita la compasión, es
decir, ''padecer con'' . Estamos acostumbrados a las malas noticias, a las
noticias crueles y a las mayores atrocidadades que ofenden el nombre y la vida
de Dios. Al mundo le hace falta descubrir que Dios es Padre, que hay
misericordia, que la crueldad no es el camino, que la condena no es el camino,
porque la misma Iglesia a veces sigue una línea dura, cae en la tentación de
seguir una línea dura, en la tentación de subrayar sólo las normas morales,
pero mucha gente se queda fuera. Me vino a la mente la imagen de la Iglesia
como un hospital de campaña después de la batalla: ¡cuánta gente herida y
destruida! ... Creo que este es el tiempo de la misericordia. Todos somos
pecadores, todos llevamos pesos dentro. Sentí que Jesús quiere abrir la puerta
de su corazón, que el Padre quiere mostrar sus entrañas de misericordia, y por
esto nos envía al Espíritu.... Es el año del perdón, el año de la
reconciliación. Por un lado vemos el comercio de armas... el asesinato de
inocentes en las formas más crueles posibles, la explotación de las personas...
de los niños.. Está en curso un sacrilegio contra la humanidad, porque el
hombre es sagrado, es la imagen del Dios viviente. Y el Padre dice:
"Deteneosy venid a mí."
A la segunda pregunta sobre la importancia
que ha tenido en la vida de Francisco- que ha afirmado varias veces que como
todos los creyentes se siente pecador - la misericordia de Dios, el Papa
contesta: ''Yo soy un pecador... estoy seguro de ello. Yo soy un pecador a
quien el Señor ha mirado con misericordia. Como dije a los presos en Bolivia,
soy un hombre perdonado. Dios me miró con compasión y me perdonó. Incluso ahora
cometo errores y pecados, y me confieso cada quince o veinte días. Y si me
confieso es porque necesito sentir que la misericordia de Dios todavía está en
mí''.
Francisco recuerda que tuvo esa sensación
de forma especial el 21 de septiembre de 1953, cuando sintió la necesidad de
entrar en una iglesia y confesarse con un sacerdote que no conocía y a partir
de entonces su vida fue diferente; decidió hacerse sacerdote y aquel confesor,
enfermo de leucemia, lo acompañó durante un año. ''Murió al año siguiente -dice
el Papa- Después del funeral lloré amargamente, me sentí totalmente perdido,
como con miedo de que Dios me hubiera abandonado. Ese fue el momento en que me
topé con la misericordia de Dios y está muy vinculado con mi lema episcopal. El
21 de septiembre es San Mateo, y el Venerable Beda, hablando de la conversión
de Mateo dice que Jesús miró Matteo " atqve eligendo miserabs "... La
traducción literal sería "misericordiando y eligiendo", casi como un
trabajo de artesanía. "Lo misericordió: sería la traducción literal del
texto''.
''¿El Jubileo de la misericordia puede ser
una oportunidad para redescubrir la "maternidad" de Dios? ¿Hay un
aspecto más "femenino" de la Iglesia que debe valorarse?'' es la
tercera pregunta.
''Sí -responde el Santo Padre- Dios mismo
dice en el Libro Isaías que si incluso una madre puede olvidarse de su hijo,
''Yo, en cambio nunca me olvidaré de ti." Aquí se ve la dimensión materna
de Dios No todo el mundo entiende cuando se habla de la "maternidad de
Dios", no es un lenguaje popular - en el buen sentido de la palabra –
parece una palabra para elegidos, así que prefiero usar la ternura, propia de
una madre, la ternura de Dios, la ternura nace de las entrañas paternas. Dios
es padre y madre''.
A la pregunta de si el descubrimiento de
un Dios misericordioso, por tanto más ''emotivo'' que se enternece y se
conmueve por el ser humano puede repercutir en un cambio de actitud hacia los
demás, Francisco dice: ''Descubrirlo nos llevará a tener una actitud más
tolerante, más paciente, más tierna...En 1994, durante el Sínodo, en una
reunión del grupo, dije que había que establecer la revolución de la ternura...
y hoy sigo diciendo que la revolución es la de la ternura, porque de ella se
deriva la justicia y todo lo demás....Si te pones en el lugar de la otra
persona, en lugar de pensar en tus propios bolsillos... las cosas cambian. La
revolución de la ternura es lo que tenemos que cultivar como fruto de este año
de la misericordia: la ternura de Dios para cada uno de nosotros. Cada uno de
nosotros tiene que decir: "Yo soy un desventurado, pero Dios me ama;
entonces también tengo que amar a los demás de la misma manera ".
El periodista recuerda el famoso
"discurso de la luna" de san Juan XXIII, cuando, una noche saludó a
los fieles, diciendo: "Llevad una caricia a vuestros hijos'', que se ha
convertido en un icono de la Iglesia de la ternura y pregunta si la
misericordia ayudará a las comunidades cristianas a convertirse y renovarse.
''Cuando veo a los enfermos, a los
ancianos, me sale una caricia espontánea -observa el Pontífice- Es el primer
gesto que hacen la mamá y el papá con el bebé recién nacido, el gesto del
"te quiero "… ''quiero que te vaya bien ".
Por último ¿el Papa tendrá algún gesto
especial durante el Jubileo para testimoniar la misericordia de Dios? :''Habrá
muchos gestos pero un viernes de cada mes, haré un gesto diferente'', concluye
Francisco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario