jueves, 19 de noviembre de 2015

El arzobispo de Madrid presidió una misa por las víctimas de París, y por la paz

Osoro: "La mayor victoria del terrorismo sería colonizar los corazones de odio"
El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, presidió anoche una Misa en la catedral de Santa María la Real de la Almudena por las víctimas de los atentados de París y por la paz. En su homilía, ha recordado que «una tragedia provocada por manos humanas ha puesto de luto a todos los pueblos de la tierra, después de inundar de dolor la ciudad de París» y ha incidido en que, en la celebración, «recordamos a los fallecidos y los presentamos con todo nuestro cariño a Dios, pedimos por el restablecimiento de los heridos, y no dejamos de rezar por la paz en el mundo, en las guerras conocidas y olvidadas», con una mención especial a los cristianos perseguidos en Oriente Medio.
En este sentido, el prelado ha denunciado de nuevo el uso blasfemo por parte de los terroristas del «nombre de Dios», al cual «las grandes religiones confesamos como el Señor de la Vida, el que es Compasivo y Padre Misericordioso». Y ha reivindicado la fraternidad como camino para conseguir la paz. Esa fraternidad, que «es una palabra sagrada también dentro del imaginario de nuestra nación hermana Francia», proviene de reconocernos hijos de un padre común, tal como se reza en el Padrenuestro, la oración cristiana por excelencia. «Aprendamos a decir y a vivir diciendo Padrenuestro; así vendrá la paz, paz en el corazón, en las relaciones interpersonales, en las relaciones internacionales», ha añadido.
Además, monseñor Osoro ha apelado a la esperanza de la fe ante tragedias para las que, humanamente, «no hay explicación», sin olvidar «nuestra responsabilidad» tras la matanza. «Los actos terroríficos no pueden embotarnos el corazón», ha dicho, antes de asegurar que «la mayor victoria del terrorismo sería que colonizase nuestro corazón con el odio y nuestra razón, haciéndonosla perder, con respuestas creadoras de más violencia».
«No podemos confundir a los verdugos con las víctimas. Esta tragedia nos debe llevar a ejercer la sabiduría y la prudencia. Pero ni puede ni debe anestesiarnos ante el dolor ajeno. No podemos permanecer insensibles ante las grandes tragedias humanas que llaman a nuestras puertas, como las personas víctimas del fundamentalismo, de la violencia o del hambre. No dejemos ganar al terrorismo. Su mayor victoria sería enajenarnos el alma; el alma de una Europa construida sobre unos valores de honda raigambre cristiana y que son tan universales y actuales», ha aseverado.

Junto al arzobispo de Madrid, han concelebrado el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, y varios obispos, entre ellos un prelado en representación del episcopado francés; el arzobispo de Urgel y copríncipe de Andorra, monseñor Joan-Enric Vives; el arzobispo de Malabo, monseñor Juan Nsue Edjang Mayé; el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo; así como los vicarios episcopales y el Cabildo de la catedral. Han participado también varios representantes de las Iglesias ortodoxas, evangélica y anglicana.

Entre las autoridades, han estado presentes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa; la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados; el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, y la defensora del Pueblo, Soledad Becerril; además de varios representantes diplomáticos, entre ellos el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, a quien muchos asistentes a la celebración se han acercado para mostrarle su solidaridad y apoyo.
Archidiócesis d Madrid

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