El diario de la Santa Sede, "L'Osservatore Romano", con la publicación de una nota breve y
no firmada, ha resumido con una dureza inusual el clima que se vive estos días
en el Vaticano al hablar de intentos de manipulación. El diario vaticano se
refería a la publicación de ayer por parte de un grupo de diarios de la noticia
de que al papa se le había descubierto un pequeño tumor cerebral, justo en el
momento en el que el Sínodo de los obispos llega a su fin y en el día en el que
se publicaban importantes resúmenes de sus participantes.
Relaciones que mostraban divisiones y falta de valentía en la toma de
decisiones respecto a cuestiones importantes de la familia actual, pero que se
quedaron en segundo plano ante el shock de la noticia de un posible papa
enfermo.
Pero la ya de por sí extraña historia del
papa que viaja hasta Toscana en helicóptero para ser recibido por un médico
japonés se suma a los escándalos que han estallado desde que comenzó el Sínodo
de los obispos.
Nunca como en estas tres semanas el
portavoz del Vaticano, Federico Lombardi,
ha sido requerido tantas veces seguidas para explicar lo qué sucedía.
Por ello, los diarios de hoy en Italia no
pueden más que titular con palabras como "misterio",
"complot" o "trampas contra el papa Francisco" y
dedicar páginas a los convulsos días que se viven en la Santa Sede.
Para la prensa italiana, pero también para
muchos prelados, todo esto no es casual.
La confesión del cura y teólogo polaco y
miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Krysztof Charamsa, de que era homosexual y que tenía
una pareja llegaba justo el día antes del inicio del Sínodo.
Después, la filtración de una carta con la supuesta firma de 13 cardenales dirigida al
papa con acusaciones y críticas de cómo se desarrollaba el Sínodo volvía a
causar escándalo.
La sombra se alargaba.
Y el papa, con semblante serio, pedía por
sorpresa durante la audiencia general perdón en nombre de la Iglesia por todos
los últimos escándalos cometidos en Roma y en el Vaticano, pero sin citar a qué se refería.
"Es probable que se haya querido
cometer una acción de distorsión. Un poco como la historia de Charamsa al
inicio del Sínodo. Todos han entendido cuál era la intención, pero no nos hemos
dejado manipular y no ha tenido ningún efecto en el Sínodo", asegura el
cardenal alemán Walter Kasper en declaraciones
recogidas hoy por los diarios "La Repubblica" y "Corriere della
Sera".
Para Kasper, "quien siembra dudas
sobre la salud del papa lo hace por otros motivos" y asegura que "es evidente que a algunos no les gusta este papa".
El obispo y teólogo argentino Víctor Manuel Fernández habla incluso en una
entrevista en "La Repubblica" de una "especie de estrategia
apocalíptica, ya presente en la Biblia y desde siempre usada".
Y añade: "Intenta desacreditar a
quien tiene el poder, hablando mal de él y difundiendo noticias increíblemente
falsas, de manera que las personas empiecen a pesar
que es necesario que se produzca un cambio, que llegue otro".
La noticia del tumor en el cerebro
"es una noticia falsa difundida con malas intenciones, ya que hablar de esta manera es
porque alguien tiene la voluntad de desestabilizarle", añade el obispo
argentino.
El columnista de "La Repubblica" Vito Mancuso titula su artículo sobre estos
momentos en el Vaticano con un elocuente "los buitres".
Y es que son días que tanto recuerdan a
aquellos en los que las palomas dejaron el espacio a los famosos
"cuervos" que sobrevolaron los cielos del pontificado de Benedicto
XVI. (RD/Agencias)
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