viernes, 8 de mayo de 2015

Promover solidaridad y acogida de los migrantes, el Papa a Conferencias Episcopales Europeas

En su discurso el Pontífice recordó que este Comité tiene como objetivo acompañar el camino ecuménico en Europa “donde comenzaron muchas de las divisiones que todavía existen entre los cristianos”. Recordando que por largo tiempo los cristianos de este continente combatieron los unos contra los otros el Papa recalcó que “el movimiento ecuménico ha permitido a las Iglesias y Comunidades eclesiales dar grandes pasos en el camino de la reconciliación y de la paz”.
Francisco destacó asimismo cómo las recientes Asambleas Ecuménicas Europeas y la Charta Oecumenica redactada en Estrasburgo en el 2001, son factores de fecunda colaboración entre la Conferencia de las Iglesias Europeas y el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas y “motivo de gran esperanza para la superación de las divisiones” aun cuando es todavía largo el camino hacia la plena comunión “entre todos los creyentes en Cristo”.
“El Decreto conciliar sobre el ecumenismo Unitatis redintegratio afirma que la división entre los cristianos daña la santísima causa de la predicación del Evangelio a cada creatura” recordó el Pontífice y destacó cómo esto es evidente cuando las Iglesias y las comunidades eclesiales en Europa presentan visiones diversas sobre importantes cuestiones antropológicas y éticas. “Deseo por lo tanto que no falten y sean fructuosas las ocasiones de reflexión común, a la luz de la Sagrada Escritura y de la compartida tradición” afirmó.
Francisco constató luego que en la actualidad las Iglesias y las Comunidades eclesiales en Europa deben enfrentar desafíos nuevos y decisivos “a los cuales se pueden dar respuestas eficaces sólo hablando con una sola voz” y dirigió su pensamiento al desafío que presentan legislaciones que, “en nombre de un principio de tolerancia mal interpretado, impiden a los ciudadanos expresar libremente las propias convicciones religiosas”. Asimismo hizo hincapié en la actitud con la cual Europa enfrenta la dramática migración de miles de personas en fuga de las guerras, persecuciones y miseria y recordó que “las Iglesias y las Comunidades eclesiales de este continente tienen el deber de colaborar para promover la solidaridad y la acogida” así como los cristianos de Europa están llamados a “interceder con la oración y a obrar activamente para traer diálogo y paz en los conflictos en acto”.Finalmente, tras renovar su reconocimiento por el servicio eclesial de este Comité el Pontífice invocó sobre él la constante bendición del Señor.   (MCM-RV)

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