martes, 12 de mayo de 2015

Aún hoy se asesinan a los cristianos en nombre de Dios, dijo el Papa en su homilía

Aún hoy se asesinan a los cristianos en nombre de Dios, pero el Espíritu Santo da la fuerza para testimoniar hasta el martirio. Lo dijo el Papa Francisco durante su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.  

También hoy hay quien mata a los cristianos creyendo dar culto a Dios


En el Evangelio del día, Jesús anuncia a los discípulos la venida del Espíritu Santo: “Yo tengo tantas cosas que decirles, pero en este momento ustedes no son capaces de llevar el peso; pero cuando vendrá el Paráclito, el Espíritu de la verdad, Él los guiará hacia toda la verdad”. El Señor “habla del futuro, de la cruz que nos espera, y nos habla del Espíritu, que nos prepara a dar el testimonio cristiano”.

Habla “del escándalo de las persecuciones”, del “escándalo de la Cruz”. “La vida de la Iglesia – observó el Papa –  es un camino guiado por el Espíritu” que nos recuerda las palabras de Jesús y “nos enseña las cosas que aún Jesús no ha podido decirnos”: “Es compañero del camino” y “también nos defiende” del “escándalo de la Cruz”.

En efecto, la Cruz es un escándalo para los judíos que “piden signos” y necedad para “los griegos, es decir, los paganos” que “piden sabiduría, ideas nuevas”. Los cristianos, en cambio, predican a Cristo crucificado. De este modo, Jesús prepara a los discípulos para que no se escandalicen de la Cruz de Cristo: “Los expulsarán de las sinagogas – dice Jesús –  es más viene la hora en que cualquiera los matará, creyendo que rinde culto a Dios”:

“Hoy somos testigos de estos que matan a los cristianos en nombre de Dios, porque son incrédulos, según ellos. Ésta es la Cruz de Cristo: ‘Harán eso porque no han conocido ni al Padre ni a mí’. ‘Esto que me ha sucedido a mí – dice Jesús – también les sucederá a ustedes – las persecuciones, las tribulaciones – pero, por favor, no se escandalicen; será el Espíritu el que los guiará les hará entender’”.

La fuerza del Espíritu de los fieles coptos degollados en la playa

En este contexto, el Papa Francisco recordó la conversación telefónica mantenida el día anterior con el Patriarca copto Tawadros, “porque era el día de la amistad copto-católica”:
“Pero yo recordaba a sus fieles, que han sido degollados en la playa por ser cristianos. Estos fieles, por la fuerza que les ha dado el Espíritu Santo, no se escandalizaron. Morían con el nombre de Jesús en sus labios. Es la fuerza del Espíritu. El testimonio. Es verdad, esto es precisamente el martirio, el testimonio supremo”.

El testimonio de cada día

“Pero también está el testimonio de cada día  –  prosiguió diciendo el Papa –  el testimonio de hacer presente la fecundidad de la Pascua” que “nos da el Espíritu Santo, que nos guía hacia la verdad plena, la entera verdad, y nos hace recordar lo que Jesús nos dice”:
“Un cristiano que no toma seriamente esta dimensión ‘martirial’ de la vida no ha entendido aún el camino que Jesús nos ha enseñado: camino ‘martirial’ de cada día; camino ‘martirial’ en el defender los derechos de las personas; camino ‘martirial’ en el defender a los hijos: papás, mamás, que defienden su familia; camino ‘martirial’ de tantos, tantos enfermos que sufren por amor de Jesús. Todos nosotros tenemos la posibilidad de llevar adelante esta fecundidad pascual por este camino ‘martirial’, sin escandalizarnos”.
“Pidamos al Señor – dijo el Papa  al concluir –  la gracia de recibir al Espíritu Santo que nos hará recordar las cosas de Jesús, que nos guiará a la verdad total y nos preparará cada día para dar este testimonio, para dar este pequeño martirio de cada día o un gran martirio, según la voluntad del Señor”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

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