jueves, 30 de abril de 2015

Nepal: el Gobierno advierte de que podría haber más de diez mil muertos


Nepal es desde el pasado sábado un país sumido en el desastre que lucha contrarreloj por tratar de recuperar con vida a las personas que aún puedan estar sepultadas entre las ruinas. 

El primer ministro del país, Sushil Koirala, ha informado que la cifra de víctimas tras el terremoto podría alcanzar los diez mil muertos. "Estamos haciendo todo lo posible por tratar de rescatar a los supervivientes", ha dicho el mandatario. "Es un desafío y un momento muy difícil para Nepal", ha añadido. 

La situación es aún peor en las áreas rurales, donde el hundimiento de las carreteras y las malas condiciones climatológicas hacen casi imposible el acceso de helicópteros y otros medios. 

El padre Boniface Tigga, superior regional de la Compañía de Jesús en Nepal, ha solicitado a los amigos y simpatizantes de todo el mundo que apoyen las labores de socorro tras el devastador seísmo

Por su parte, los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora presentes en el país se encuentran ya trabajando para hacer frente a la emergencia

La red Cáritas Internacional ha empezado también a comprar materiales de socorro en la región, para responder a las acuciantes necesidades de los numerosísimos damnificados. 

Además, un grupo de la Camillian Task Force (CTF) de los religiosos Camilos está llegando con su equipo a Katmandú. El equipo de atención sanitaria , coordinado por el hermano Madhu, tendrá su sede en el Centro Pastoral del Vicariato Apostólico. 

La Iglesia católica en Nepal está presente en 58 de los 75 distritos del país, con programas de seguridad alimenticia, promoción humana, social y económica, de apoyo a los niños, a las mujeres y a los agricultores. 

Hasta la fecha, el Gobierno nepalí ha confirmado que 4.349 personas han muerto y más de siete mil están heridas. Ante esta situación de emergencia, el Ejecutivo ha solicitado a la comunidad internacional el envío de tiendas de campaña, medicinas y otro material especial. Ya que, es consciente de que la recuperación y la rehabilitación de los supervivientes es "un gran desafío". 

La comida, el agua y la electricidad escasean en todo el territorio, empeorando la ya de por sí complicada situación y dificultando las tareas de rescate. A esto se suman las continuas réplicas --en torno al medio centenar-- que tienen lugar desde el terremoto principal, y el temor a que nuevos movimientos acaben por derrumbar las pocas estructuras que se mantienen en pie. 

"La gente está durmiendo a la intemperie bajo la lluvia", ha lamentado Koirala al recordar que numerosas casas se han venido abajo o podrían no resistir un nuevo temblor. 

El Ejecutivo está recibiendo peticiones de ayuda procedentes de todo el país, pero es incapaz de darles respuesta debido al corte de las comunicaciones y la falta de preparación de los equipos de rescate. 

Numerosos países han enviado hasta Nepal todo tipo de ayuda y recursos para contribuir al rescate, sin embargo, el colapso en los aeropuertos y los problemas de electricidad complican que esa ayuda sea realmente efectiva y que se llegue hasta las zonas más afectadas.

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