Nairobi - Hay que crear nuevas
oportunidades de empleo en África para frenar los flujos migratorios ilegales a
Europa. Lo ha dicho el cardenal John Njue, Arzobispo de Nairobi y Presidente de
la Conferencia Episcopal de Kenia, durante una conferencia de prensa en Mónaco,
organizada por Missio München. El cardenal ha recordado la masacre de Garissa,
en el norte de Kenia, en la que 148 personas perdieron la vida por su
afiliación religiosa. “Alrededor de la mitad de las personas asesinadas eran
cristianos”, ha precisado el cardenal, quien también ha subrayado que los
líderes religiosos musulmanes de Kenia han condenado el ataque.
Después de la masacre, cometida por los Shabaab de Somalia, el gobierno de Nairobi ha decidido cerrar el campamento de Dadaab, el mayor campo de refugiados del mundo , afirmando que en la estructura se ocultan los cómplices fundamentalistas somalíes. “Oficialmente, 350.000 personas viven en la zona situada cerca de la frontera entre Somalia y Kenia”, ha comentado el cardenal Njue. “Se sospecha que la milicia islámica se ha infiltrado en Dadaab, cerrar el campamento significa castigar a los inocentes poniéndolos en peligro al enviarlos de nuevo a Somalia”. El cardenal ha expresado la esperanza de que el campo no sea cerrado y ha afirmado que la Iglesia está negociando una solución aceptable con las autoridades en Nairobi.
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