Hay dos tipos de soledad... por
ejemplo, está la soledad de quien se aparta de todo para estar consigo mismo y
entrar en el silencio del corazón... esa soledad es necesaria para escuchar la
voz de Dios hablándonos en nuestro interior... y esa es la soledad que buscaba
Jesús cuando se apartaba de sus discípulos en la madrugada para sumergirse en
una oración profunda con el Padre...
Pero hay otra clase de soledad que es dolorosa y nos hace
sufrir... es la soledad de no sentirse amado... de creer que no le importamos a nadie... que
somos invisibles para quienes nos rodean... o peor aún, que nos rechazan o
desprecian... esa es la soledad que sintió Jesús en la cruz... donde aquellos
que por tres años le siguieron, escuchando sus palabras y viendo los signos que
realizaba... cuando llegó el momento de la prueba le dejaron solo... más aún,
la soledad de haber cargado sobre sí los pecados de todos los hombres... que
por un instante le hicieron sentir hasta la soledad de estar apartado del
Padre...
Hoy te invito a orar por todos aquellos
que se sienten solos en este momento... pidiéndole al Señor que derrame su Amor
en sus corazones y les permita experimentar el abrazo de un Dios cercano, que
estuvo dispuesto a dar su vida por ellos...
En este día meditamos los
Misterios Dolorosos,
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Fuente: Tengo sed de Ti
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