Para
encontrar a Dios hay que correr el riesgo de ponerse en camino, porque un
cristiano “quieto” jamás podrá conocer el rostro del Padre. Fue la reflexión
que desarrolló el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en
la capilla de la Casa de Santa Marta.
Si
un cristiano quiere conocer su identidad, no puede quedarse cómodamente sentado
en el sillón ojeando un libro porque en el mundo “no existe un catálogo” con la
imagen de Dios. Y tampoco se puede trazar a un Dios ventajoso obedeciendo a
reglas que con Dios no tienen nada que hacer.
Los
inquietos verán a Dios
La
lectura del Génesis, que relata la creación del hombre “a imagen de Dios”
sugirió al Papa Francisco una meditación sobre el camino justo y los muchos
caminos equivocados que se abren ante un cristiano que quiera conocer su
origen. La imagen de Dios – afirmó Francisco – ciertamente no la
encuentro en la computadora o en las enciclopedias. Para encontrarla y, por lo
tanto, para comprender “mi identidad”, sólo hay una única manera: “poniéndose
en camino”. De lo contrario – dijo el Papa – “jamás podremos conocer el
rostro de Dios”:
“Quien
no se pone en camino, jamás conocerá la imagen de Dios, jamás encontrará el
rostro de Dios. Los cristianos sentados, los cristianos quietos no conocerán el
rostro de Dios: no lo conocen. Dicen: ‘Dios es así, así…’, pero no lo conocen.
Los quietos. Para caminar es necesaria esa inquietud que el mismo Dios ha
puesto en nuestro corazón y que te lleva adelante a buscarlo”.
La
“caricatura” di Dio
Francisco
afirmó que “ponerse en camino es dejar que Dios o la vida nos ponga a prueba,
ponerse en camino es correr un riesgo”. Y así también han hecho, desafiando
peligros y sintiéndose extenuados por la fatiga y el desánimo, algunos gigantes
como el profeta Elías, o Jeremías, o Job. Pero también existe otro modo de
estar quietos y por tanto de falsear la búsqueda de Dios, que el Papa ve en el
episodio del Evangelio en el que los escribas y los fariseos reprochan a Jesús
porque sus discípulos comen sin haber realizado las abluciones rituales:
“En
el Evangelio, Jesús encuentra a gente que tiene miedo de ponerse en
camino y que se adapta con una caricatura de Dios. Es un falso documento de
identidad. Estos no-inquietos han hecho callar la inquietud del corazón, pintan
a Dios con mandamientos y se olvidan de Dios: ‘Ustedes, descuidando el
mandamiento de Dios, observan la tradición de los hombres’, y así se alejan de
Dios, no caminan hacia Dios y cuando les falta la seguridad, inventan o hacen
otro mandamiento”.
La
gracia de estar en camino
Quien
se comporta de este modo – concluyó el Papa Francisco – realiza un “camino
entre comillas”, un “camino que no camina, un camino quieto”:
“Hoy
la liturgia nos hace reflexionar sobre estos dos textos: dos documentos de
identidad. El que todos nosotros tenemos, porque el Señor nos ha hecho así, y
el que nos dice: ‘Ponte en camino y tú tendrás conocimiento de tu identidad,
porque tú eres imagen de Dios, eres hecho a imagen de Dios. Ponte en camino y
busca a Dios’. Y el otro: ‘No, tranquilo: cumple todos estos mandamientos y
esto es Dios. Éste es el rostro de Dios’. Que el Señor nos dé a todos la
gracia del coraje de ponernos siempre en camino, para buscar el rostro del
Señor, aquel rostro que un día veremos pero que aquí, en la Tierra, debemos
buscar”.
(María Fernanda Bernasconi -
RV).
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