martes, 16 de diciembre de 2014

ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO A MARÍA INMACULADA


Virgen Santa e Inmaculada, a Ti, que eres el orgullo de nuestro pueblo, nos acogemos con confianza y amor.
Eres toda belleza, María. En Ti no hay mancha de pecado.
Renueva en nosotros el deseo de ser santos: que en nuestra palabra resplandezca la verdad, que nuestras obras sean un canto a la caridad, que en nuestro cuerpo y en nuestro corazón brillen la pureza y la castidad, que en nuestra vida se refleje
el esplendor del Evangelio.
Eres toda belleza, María. En Ti se hizo carne la Palabra de Dios.
Ayúdanos a estar atentos a la voz del Señor: que no seamos sordos al grito de los pobres, que el sufrimiento de los enfermos y de los oprimidos no nos encuentre distraídos, que la soledad de los ancianos y la indefensión de los niños no nos dejen indiferentes, que amemos y respetemos la vida humana.
Eres toda belleza, María. En Ti vemos
la alegría completa de la vida dichosa con Dios.
Haz que nunca perdamos el rumbo: que la luz de la fe ilumine nuestra vida, que la fuerza consoladora de la esperanza
dirija nuestros pasos, que el ardor del amor inflame nuestro corazón, que nuestros ojos estén fijos en el Señor, fuente de la verdadera alegría.
Eres toda belleza, María.
Escucha nuestra oración,
atiende a nuestra súplica: que el amor misericordioso de Dios
en Jesús nos seduzca, que la belleza divina nos salve, a nosotros,
a nuestra ciudad y al mundo entero.

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