viernes, 31 de enero de 2014

TEN PIEDAD DE MI, OH DIOS, POR TU INMENSA TERNURA



Ten piedad de mí, oh Dios, por tu bondad, 
por tu inmensa ternura, borra mis faltas! 
¡Lávame totalmente de mi culpa 
y purifícame de mi pecado! 

Porque yo reconozco mis faltas 
y mi pecado está siempre ante mí. 
Contra ti, contra ti solo pequé 
e hice lo que es malo a tus ojos. 

Por eso, será justa tu sentencia 
y tu juicio será irreprochable; 
yo soy culpable desde que nací; 
pecador me concibió mi madre. 

Tú amas la sinceridad del corazón 
y me enseñas la sabiduría en mi interior. 
Purifícame con el hisopo y quedaré limpio; 
lávame, y quedaré más blanco que la nieve. 

Anúnciame el gozo y la alegría: 
que se alegren los huesos quebrantados. 
Aparta tu vista de mis pecados 
y borra todas mis culpas. 

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, 
y renueva la firmeza de mi espíritu.

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