Del salmo 56:
Ten piedad de mí, Señor, porque me asedian,
todo el día me combaten y me oprimen:
mis enemigos me asedian sin cesar,
son muchos los que combaten contra mí.
Cuando me asalta el temor,
yo pongo mi confianza en Ti, Dios Altísimo;
confío en Dios y alabo su Palabra,
confío en Él y ya no temo:
¿qué puede hacerme un simple mortal?
Tú has anotado los pasos de mi destierro;
recoge mis lágrimas en tu odre:
¿acaso no está todo registrado en tu Libro?
Mis enemigos retrocederán cuando te invoque.
Yo sé muy bien que Dios está de mi parte;
confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Él y ya no temo:
¿qué pueden hacerme los hombres?
Debo cumplir, Dios mío, los votos que te hice:
te ofreceré sacrificios de alabanza
De News.va
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