Ciudad del Vaticano, 1 diciembre 2013 (VIS).-La parroquia romana de San Cirilo Alejandrino, que cuenta con un gran número de inmigrantes, ha recibido esta tarde, a las 16,00. la visita del Papa que ha encontrado a los niños que este año recibirán la primera comunión, a los bautizados y a sus padres y a los enfermos. Francisco, antes de celebrar la santa misa, ha confesado a siete parroquianos y, en el curso de la celebración eucarística, ha administrado el sacramento de la confirmación a nueve niños. Es la segunda vez que en su pontificado el Santo Padre va una parroquia de la capital, la primera que lo recibió en el mes de mayo fue la de Santa Isabel y San Zacarías.
“Nuestra vida es un camino que tenemos que recorrer para llegar al encuentro con Jesús. Lo más importante que le puede pasar a una persona es encontrarse con Jesús... que nos quiere, nos ha salvado y dio su vida por nosotros”, ha dicho el Papa, dirigiéndose sobre todo a los nuevos confirmados. “Podemos preguntarnos: ¿Pero cuando encontramos a Jesús? ¿Sólo al final?: ¡No!... Toda la vida es un encuentro con Jesús, cuando rezamos, cuando vamos a misa y cuando hacemos obras buenas; cuando visitamos a los enfermos y cuando ayudamos a un pobre; cuando pensamos en los demás, cuando no somos egoístas, cuando somos amables... En estas cosas encontramos siempre a Jesús. Y el camino de la vida es éste: caminar para encontrar a Jesús”.
“Acordaos siempre: la vida es un camino. Un camino para encontrar a Jesús. Al final y siempre. Un camino donde no encontramos a Jesús no es un camino cristiano... “Pero alguno me dirá -ha improvisado Francisco- tu sabes que este camino para mi es difícil, porque soy un pecador, he cometido tantos pecados... ¿cómo puedo encontrar a Jesús?. ¿Sabéis que las personas que Jesús buscaba eran sobre todo pecadores? Y ésto es lo que reprochaba la gente, las personas que se creían justas. Decían: éste no es un verdadero profeta ¡fíjate que compañía lleva! Estaba con los pecadores. Y El decía: Yo he venido para los que necesitan salud, para los que necesitan ser curados; y Jesús nos cura los pecados. Y en el camino... todos somos pecadores. E incluso cuando nos equivocamos...Jesús sale al encuentro y nos perdona. Y ese perdón que recibimos en la confesión es también un encuentro con Jesús; lo encontramos siempre”.
“Y caminemos así por la vida, como dice el profeta, hasta el monte, hasta el día del encuentro definitivo. ..Esta es la vida cristiana: caminar, ir adelante, unidos, como hermanos, queriéndonos unos a otros. Sed valientes, no tengáis miedo. La vida es este camino”, ha concluido el Papa, que una vez acaba la misa, ha departido con algunos grupos de fieles para volver al Vaticano poco antes de las ocho de la tarde.
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