Contemplar espiritualmente la historia de Cristo,en sus gestos y palabras . Descubrir asi la zazón última que impulsa todo su hacer y decir, su estar y su ser: el Amor. Elegir un símbolo que recuerde y active las realidades descubiertas en el Cristo contemplado: su Corazón.
Mirar para descubrir una actitud.
La contemplación de la Pasión.
Un espacio doble: uno histórico. Se refiere a un momento de un hombre; nos introduce en un espacio bíblico que une el Antiguo y el Nuevo Testamento en una persona:Jesucristo.
Profundizar en esta actitud.
"El espíritu del Sagrado Corazón se resume en algunas palabras: Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón . Venid a mi, los que sufrís, y yo os aliviaré. Él me amó y se entregó por mí. Nosotros difundimos este espiritu de caridad . Nosotros trataremos de hacerle reinar en la vida privada y en la vida pública.
¿Cómo recordar todo esto?
Necesitamos un símbolo.
Se nos invita a meditar sobre el Amor .
Pero necesitamos un símbolo que cimiente nuestra identidad y nuestra opción por este camino espiritual. Nos hace falta un símbolo que nos remita a Aquel que " lo hizo todo por amor a su Padre y a nosotros". Este va a ser indudablemente el Corazón.
Símbolo de Jesucristo, descubrimos el Corazón como lugar de encuentro del hombre y Dios.Igualmente es camino que lleva al misterio del Dios trinitario, porque " el Corazón de Jesús es la imagen fiel de la Trinidad".
Este símbolo del Corazón nos empuja a continuar la búsqueda de Dios Amor : "Por nosotros mismos no podemos llegar a Dios si no es por el Sagrado Corazón; es el Corazón de Jesús el que nos une a Dios y nos comunica con Dios: en él encontramos al Padre y al Santo Espíritu en el Corazón del Hijo".
Isabel
No hay comentarios:
Publicar un comentario