Todos queremos ver a Dios...
Todos queremos encontrarnos con la plenitud, con la fuente de vida infinita que es Dios.
Todos queremos ver a Dios en la realidad concreta de nuestra vida diaria.
Todos queremos ver, con los ojos de nuestro rostro, a Dios, a ese Dios que siempre está escondido y nunca acabamos de encontrar.
¿Será posible ver a Dios...?
¿Será posible que acabemos encontrándonos con Dios en el fondo de nuestra alma?
¿Llegaremos a ver a Dios algún día, en las complicadas circunstancias de nuestra vida ordinaria?
¿Será posible descubrir el rostro de Dios en el rostro de las personas con las que nos cruzamos diariamente?
Señor,
¿por qué no te veo ni te encuentro?
¿Dónde estás? ¿Dónde vives?
¿Cómo encontrarte?
¿Cómo descubrir tu presencia?
Señor, "muéstranos tu rostro y nos basta...."
Ésa es nuestra oración, nuestra súplica, nuestra añoranza...
Del libro: "En ti vivimos, Señor" de Manuel J. Fernández Márquez
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