jueves, 24 de noviembre de 2011

SEÑOR DE LA JUSTA CERCANÍA.

Cualquier segundo es una puerta
para entrar a tiempo.
Todo centimetro es una tierra
que lleva tu huella.
Cada color y cada aroma
me hacen sentir tu fantasia
jugando hacia el infinito.
En cada mirada se asoma
la intimidad de tu misterio.
Todo golpe de azada
cae sobre la tierra
con certeza de cosecha.
Cada canto verdadero
trae hasta mi corazón
el rumor de la fiesta
que ya empezó eterna
al final de mi camino.

 
Señor, no puedes perderte en una clandestinidad absoluta:
yo me moriría en tu ausencia.
Ni puedes revelarte en toda tu grandeza :
yo quedaría absorbido
en el resplandor de tu gloria.


Tú eres el Señor de la justa cercania,
del sacramento necesario
que nos permite irnos haciendo , sin tanto frio y noche
que quede crudo nuestro barro ,
ni tanto sol y medio dia
que tu fuego nos calcine .
ISABEL
Del libro Salmos para " sentir y gustar internamente " .

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